Afriquinfos
Dos millones de personas se han visto desplazadas internamente en la región del Sahel. El número de desplazados internos, que era de 490.000 en 2019, se ha cuadruplicado en dos años. Así lo indica un comunicado de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que califica la situación de «triste récord».
La organización de la ONU relaciona esta situación con la violencia, las bandas criminales y los enfrentamientos entre comunidades, especialmente en Níger y Burkina Faso. Desde principios de año, una serie de ataques en el norte del país ha provocado que más de 11.000 burkineses, en su mayoría mujeres y niños, huyan de sus hogares. Estos desplazados duermen al raso y necesitan urgentemente atención sanitaria e instalaciones de saneamiento. El Sahel también acoge a más de 850.000 refugiados, principalmente de Malí.
Atentados yihadistas, bandas criminales, enfrentamientos entre comunidades: el Sahel está atrapado en una espiral de violencia que se ha cobrado miles de vidas desde 2012. Las necesidades de la población aumentan en esta región azotada por numerosos conflictos armados, la inseguridad alimentaria y el cambio climático. La pandemia de coronavirus no hace sino empeorar la situación, advierten los expertos de la ONU.
Por ello, ACNUR hace un llamamiento a la comunidad internacional para que redoble su apoyo a la región. La agencia pide a los gobiernos que atajen las causas de los desplazamientos forzosos, estimulen el desarrollo estratégico y refuercen infraestructuras como escuelas y hospitales.
Desde el año 2000, los países del Sahel (Malí, Níger, Chad, Burkina Faso y Mauritania) se enfrentan a una insurgencia yihadista. En los últimos años, Malí y Burkina Faso se han enfrentado a repetidos atentados terroristas, a menudo mortales.
El Sahel desestabilizado por las ambiciones políticas
La crisis del Sahel se empantanó en la guerra civil argelina, cuando los grupos salafistas, principalmente el GSPC, surgido del GIA, se replegaron hacia el sur. Desde entonces, estos grupos armados se han multiplicado. La presencia en la región de la operación francesa Barkhane, pero también de la misión de la ONU Minusma en Malí y el lento establecimiento del G5-Sahel no parecen en absoluto frenar la marea islamista en esta zona, según varios expertos.
En África Occidental, casi 16,7 millones de personas necesitan actualmente ayuda alimentaria inmediata, 9,2 millones de ellas en el norte de Nigeria. El número de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda podría aumentar a 23,6 millones durante la próxima temporada de escasez (junio-agosto de 2021), alcanzando un nuevo máximo, advierte la ONU.
En las próximas semanas, la movilización política y financiera preconizada por la Red de Prevención de Crisis Alimentarias (RPCA) debería permitir elaborar respuestas adecuadas a esta crisis alimentaria y nutricional sin precedentes que se está gestando. Todos los documentos están disponibles en el sitio web de la RPCA.