Retirada del Minusma: tras el anuncio, la prueba de la verdad

Retirada del Minusma: tras el anuncio, la prueba de la verdad

Chekib Abdessalam

Estamos en un país, el Sáhara, donde todo puede pasar, desde una explosión atómica hasta que una hormiga sea aplastada por una bota militar. Una tierra que ha dado origen a prestigiosas dinastías y a gentes respetuosas con el ecosistema. Pero la división territorial impuesta por las potencias coloniales, tras una media de sólo medio siglo de ocupación, ha provocado muchas desgracias, tragedias e incomprensiones mezcladas con y/o resultantes de la demagogia de los que serán los beneficiarios en plena Guerra Fría.

Ha habido tantos golpes de Estado aquí y allá, tantos discursos engañosos, pero el agua ya no corre bajo el puente, a no ser que esté seca o muy contaminada. ¿Qué han hecho de ti, pobre Sahara, pobre Sahel?

Entre dos cráneos destrozados con pedruscos por los Famas (ejército maliense) y sus nuevos socios Wagner (milicia mercenaria rusa), poco después de la publicación del informe sobre la masacre de Moura en marzo de 2022, por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH, AI del 15/05/23), nos enteramos de que el contingente de la ONU de la Minusma se va a retirar de Malí y del Azawad tras una espectacular maniobra sin red de la junta de coroneles Kati.

Un resultado positivo

Para la junta militar de Bamako-Kati-Koulikoro, que pronto se quedará sola en el terreno de la violencia y las atrocidades, otra presencia está resultando esencial para su supervivencia. Se trata de la presencia de Rusia y de sus milicias mercenarias, como Wagner, operativa desde 2022. Sin embargo, se trata de una relación bilateral completamente asimétrica que crea una dependencia multiforme que está llamada a crecer, sobre todo porque la precipitada marcha de la Minusma, por no decir otra cosa, dejará un vacío en un vasto territorio y afectará a toda la población y a los actores regionales implicados en una década de exitosa integración regional contra viento y marea.

De hecho, desde la resolución 2100 del 25 de abril de 2013, muchas complicaciones, tragedias y escaladas se han evitado sin duda gracias a la presencia de la Minusma.

Así pues, no cabe duda de que el Minusma ha desempeñado un papel positivo en la estabilización de la región de una manera más favorable para la ayuda humanitaria, el respeto de los derechos humanos básicos y de los intereses y necesidades de la sociedad civil, el retorno de las personas desplazadas y una calma y seguridad generales. Por no hablar del importante efecto de arrastre y aceleración que el Minusma habrá tenido en las economías y microeconomías locales durante su prolongada presencia. La Minusma contaba con un presupuesto anual de 1.200 millones de dólares y una docena de bases operativas.

La Oficina de las Naciones Unidas en Malí (UNOMIG) y la Minusma (Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí), compuesta por 13.000 efectivos, en la que se integrará, han cumplido sin duda su misión con éxito, a pesar de una profunda crisis, múltiples conflictos, una corrupción endémica y un poder ilegítimo usurpado que sigue generando y reproduciendo el subdesarrollo, pero también la autosatisfacción y la propaganda engañosa, un segundón tras la notoria incompetencia sintomática de los Estados nacidos del colonialismo y su pseudoindependencia en la zona sahelo-sahariana.

No olvidemos, sin embargo, el inglorioso episodio del mauritano El Ghassim Wane, jefe de la Minusma, que mantuvo vínculos adúlteros con varios coroneles de la junta de Assimi Goïta, poniendo en peligro la misión y provocando la desaprobación y el enfado del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, su representante especial en Malí.

Malí, Rusia, Wagner, la regla de tres

Hoy, Rusia y Wagner se ven arrastrados por una impetuosa corriente de acontecimientos con implicaciones inciertas, y no dominamos todos los elementos de análisis porque la situación, sobre todo en Ucrania y Europa del Este, sigue siendo muy volátil. La presencia de Wagner en África también se ha debilitado, a pesar de que cuenta con oficinas y bases de apoyo en numerosos países de Oriente Medio y el Norte de África, entre los que destaca Argelia, que acoge a la organización militar privada, organiza el reclutamiento y, según fuentes especializadas en el seguimiento y la inteligencia en la región, tiene ahora la intención de financiar a Wagner, que obtendrá su parte de los royalties del petróleo y de la explotación de los recursos naturales saharauis. Malí, Rusia, Wagner, Argel, la banda de los cuatro.

Sin embargo, los vasallos de Bamako tienen mucho de qué preocuparse. A la vista de la guerra de jefes en Rusia y de la incertidumbre que se cierne sobre el destino y el futuro de la multinacional del crimen que lleva el nombre de Wagner, compositor de óperas y dramas líricos en la Alemania romántica e icono, véase el maestro espiritual de Hitler.

Rápido y sucio

La salida precipitada de las fuerzas de paz creará sin duda un vacío de seguridad y un grave problema de organización. Una fuente diplomática en la capital maliense describió la marcha de la Minusma como «un doble puñetazo de la ONU a las autoridades malienses». Una fuente de la jerarquía militar maliense «reveló que el anuncio de la partida de los soldados de la ONU -con tan poca antelación- ha creado un grave problema de organización que está provocando un gran enfado entre los distintos jefes de operaciones, que saben lo vital que es la presencia de los cascos azules para los soldados malienses sobre el terreno».

Además, como señaló Alghabbes Ag Intalla, presidente del CSP-PSD (Marco Estratégico Permanente para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo), en su carta de 27 de junio de 2023 al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, esta retirada de la Minusma supondrá la no aplicación y el fin del Acuerdo de Paz y Reconciliación (APR) de 2015.

La rebelión

Algunos oficiales malienses del norte y del centro del país parecen criticar, abiertamente o más bien discretamente, la aventurada decisión que ha llevado a Bamako a pedir la salida de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA). «Puede que la MINUSMA no haya sido todo lo eficaz que hubiéramos deseado, pero su presencia era disuasoria y utilizábamos indirectamente a los cascos azules para crear una distracción y coger al enemigo por sorpresa. Ahora estamos solos, y los terroristas no nos van a hacer ningún favor».

Otros oficiales, aún más alarmistas, declararon: «No tenemos ni los hombres en número suficiente ni las armas para reemplazar a los cerca de 12.000 cascos azules. No podremos hacer frente si los yihadistas deciden avanzar hacia Bamako en varios frentes simultáneamente. En ese caso, perderemos la guerra, como el ejército afgano».

Sin embargo, no ha habido ninguna reacción oficial, y el portavoz del ejército maliense ha guardado silencio y se ha abstenido de hacer comentarios.

Así pues, a petición expresa de Bamako, el Consejo de Seguridad de la ONU ha puesto fin a la misión de la Minusma, cuya partida se producirá en los próximos seis meses. Según Carrie Nooten, corresponsal de Rfi en Nueva York, «a partir del 1ᵉʳ de octubre, los Cascos Azules ya no tendrán derecho a proteger a los civiles». Esto no impidió a Sergei Lavrov reiterar «el apoyo inquebrantable de su país a Mali tanto en el ámbito técnico-militar como en términos de ayuda humanitaria y económica» en un comunicado en las redes sociales.

Sin testigos

El ministro de Asuntos Exteriores de Malí expresó su apoyo oficial a la estabilidad de la Federación Rusa. La sartén por el mango. Sin embargo, la nueva situación está llamada a tener un impacto duradero en la región, en el G5 del Sahel y en la CEDEAO, y sobre todo a dejar las cosas claras en lo que respecta a las amenazas yihadistas, el falso yihadismo y el resurgimiento de los crímenes de guerra, el genocidio a cámara lenta y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, siempre, por supuesto, con total impunidad. Sin testigos embarazosos. En Azawad, preferiblemente a puerta cerrada.