Más allá de las elecciones : Los retos estratégicos del Chad bajo la presidencia de Déby

BASTIEN SOLER

El jueves 16 de mayo de 2024, el Consejo Constitucional de Chad anunció los resultados definitivos de las elecciones presidenciales celebradas los días 5 y 6 de mayo. Mahamat Idriss Déby Itno, actual jefe de la junta en el poder desde la muerte del mariscal Déby e hijo de éste, se ha sucedido así a sí mismo y ha puesto fin a la idea de una alternancia al frente de Chad. En este país centroafricano, que no ha celebrado elecciones desde hace casi 30 años, se trata de un cambio sin serlo realmente.

Una vez resuelta la cuestión de la gobernabilidad, ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta Mahamat Idriss Déby?

Con el anuncio de los resultados definitivos de las elecciones presidenciales de los días 5 y 6 de mayo, Chad acaba de elegir a su presidente por primera vez en casi 30 años. Mahamat Idriss Déby Itno, hijo del mariscal Idriss Déby, muerto en combate tres años antes, y jefe de la junta en el poder desde entonces, se sucedió a sí mismo al frente de Chad al ser elegido en la primera vuelta con más del 60% de los votos. Pero a pesar de la aparición de una nueva era política, Mahamat Idriss Déby aún se enfrenta a una serie de retos que tendrá que afrontar. Además de consolidar la legitimidad de su poder, debe hacer frente a la inseguridad que amenaza a la región, revitalizar una economía frágil y elegir cuidadosamente sus alianzas internacionales para consolidar el lugar de Chad como actor político de primer orden en África Central.

Una legitimidad cuestionada

Sucesor de su padre, que gobernó con mano de hierro durante casi tres décadas, la continuidad dinástica plantea interrogantes sobre una auténtica transición democrática. A pesar de que las elecciones se desarrollaron sin mayores incidentes, la legitimidad del Presidente Déby está siendo cuestionada por la oposición, que denuncia irregularidades electorales. Varios de sus rivales han presentado recursos ante el Consejo Constitucional pidiendo la anulación total o parcial del escrutinio, mientras que el anuncio anticipado de los resultados provisionales, sólo tres días después del escrutinio, pone en duda su fiabilidad.

Algunos acusan a las elecciones de haber sido una fachada para perpetuar el statu quo, y la afirmación del líder de la junta como presidente electo está destinada a decepcionar a los chadianos que esperaban un cambio al frente del país.

Los riesgos de disidencia y tensión política son elevados, y Mahamat Idriss Déby deberá garantizar una gobernanza eficaz para evitar el riesgo de fragmentación de la sociedad chadiana.

Estimular el desarrollo económico

Chad se convirtió en un país productor de petróleo en 2003, tras más de 30 años de exploración por parte de varias compañías petroleras, pero a pesar de sus considerables recursos naturales, es uno de los países más pobres del mundo. La explotación del yacimiento de Doba, en el sur del país, ha generado ingresos que han permitido al país disfrutar de un crecimiento económico. Sin embargo, el sector petrolero representa casi el 80% de las exportaciones chadianas y el 40% de los ingresos públicos, lo que hace que la economía dependa en gran medida de los precios del crudo. La caída de los precios del petróleo, al igual que la provocada por la pandemia de Covid-19 en 2020, ha afectado gravemente al país. Por ello, la diversificación económica es prioritaria, ya que reduciría la dependencia del petróleo y crearía empleo para los jóvenes chadianos. Es necesario desarrollar sectores económicos prometedores, como la agricultura y el turismo, para estimular el crecimiento económico. También es necesario invertir en infraestructuras y educación para mejorar la competitividad del país.

Por último, la gestión transparente de los ingresos del petróleo es un reto importante, ya que determina el desarrollo económico y social del país. El atractivo de Chad para la inversión extranjera dependerá de la estabilidad política y la transparencia en la gestión de los recursos.

El reto de la inseguridad en el África subsahariana

La seguridad es un reto importante para Chad, que se enfrenta a amenazas proteicas y multifactoriales. En el norte, los territorios saharauis y Libia son refugios seguros para los rebeldes del FACT (Front pour l’alternance et la concorde au Tchad) que luchan contra el gobierno chadiano. Al este, los enfrentamientos en Sudán entre rebeldes y fuerzas leales desestabilizan la región fronteriza y provocan flujos de refugiados hacia territorio chadiano. En la cuenca del lago Chad, persiste la amenaza de Boko Haram y son frecuentes los enfrentamientos con las fuerzas chadianas. Chad es miembro de la Fuerza Multinacional Mixta (FMM) junto a Nigeria, Níger, Camerún y Benín. Sin embargo, desde el golpe de Estado de julio de 2023, Níger puede contribuir menos activamente a la lucha contra el terrorismo, lo que obligará a Chad a asumir parte de su «sector de fuego» en el lago Chad. Del mismo modo, la disolución de la fuerza G5-Sahel a finales de 2023 deja aislado a Chad y elimina un marco de cooperación regional que favorecía sus acciones.

Más que nunca, el peso de la lucha antiterrorista recae sobre los hombros de los chadianos, cuyo ejército es reconocido por su espíritu combativo, y a quienes benefician las asociaciones militares que quedan.

Nuevas oportunidades diplomáticas

Chad se enfrenta a retos diplomáticos cruciales, marcados por importantes cambios en la geopolítica regional. Históricamente, Chad ha sido durante mucho tiempo un socio de Occidente, en particular de Francia, que ha mantenido una importante presencia militar en la región. Sin embargo, la reciente salida forzosa de las tropas estadounidenses de Chad ha abierto el camino a una nueva dinámica diplomática, y Chad parece dispuesto a desafiar a estos antiguos socios.

El ascenso de Rusia como socio potencial de Chad plantea interrogantes sobre el alineamiento internacional del país.

El presidente Déby se encuentra, por tanto, en una posición central, cortejado por varias potencias internacionales, y debe maniobrar con finura para elegir las asociaciones internacionales que le beneficien a largo plazo.

Perspectivas

En resumen, el futuro de Chad depende de decisiones cruciales que definirán su trayectoria política, económica y de seguridad. Las recientes elecciones presidenciales, aunque controvertidas, ofrecen al nuevo presidente una oportunidad decisiva: perseverar en la consolidación autoritaria del poder u ofrecer concesiones tendiendo la mano a la oposición para completar una auténtica transición democrática y garantizar la concordia nacional. Desde el punto de vista económico, Chad dispone de recursos considerables que, bien gestionados y distribuidos equitativamente, podrían transformar la vida de sus ciudadanos. Una política de inversiones juiciosa que reduzca la dependencia de las exportaciones de petróleo podría estimular el crecimiento y reducir la pobreza.

La posición estratégica de Chad como actor principal en la lucha regional contra el terrorismo es innegable. Si sigue desempeñando este papel crucial, el país puede garantizar la seguridad de sus fronteras y mantener su modelo de estabilidad en África Central. Pero frente a las solicitudes de diversas potencias extranjeras, Chad debe permanecer vigilante para preservar su independencia y su autonomía. Fomentando asociaciones equilibradas que respeten sus intereses, el país podrá beneficiarse del apoyo internacional preservando al mismo tiempo su soberanía.