Los Dogón de Malí: La historia de un pueblo casi olvidado

Enclavados en los escarpados acantilados de Bandiagara, en Malí, los dogones representan una de las culturas más fascinantes y enigmáticas de África. Aislados del mundo exterior durante siglos, han conservado un rico patrimonio que atestigua una profunda conexión con su entorno y el universo.

Maceo Ouitona
Afrik.com

Historia de los Dogón: entre la migración y el misterio

Los dogones son un pueblo de Mali famoso por su rica tradición cultural y su profunda espiritualidad. Su historia, entretejida con relatos de migración y resistencia, revela una civilización que ha sabido preservar su identidad frente a las vicisitudes de los siglos.

¿De dónde proceden los Dogón?

Los orígenes de los Dogon están envueltos en el misterio y la leyenda. La teoría más comúnmente aceptada por antropólogos e historiadores sugiere que los dogon emigraron a la escarpada región de Bandiagara en el siglo XV. Esta migración habría estado motivada por la necesidad de escapar al avance de la islamización procedente del norte y el oeste de África. Antes de asentarse en los acantilados del Bandiagara, los dogones habrían vivido en la región de Mandé, situada al oeste del actual Malí.

Los acantilados de Bandiagara ofrecían un refugio natural contra los invasores y permitieron a los dogones practicar sus tradiciones religiosas y sociales en un relativo aislamiento. Este entorno inaccesible ha contribuido a preservar su modo de vida y sus creencias ancestrales. Los propios acantilados, con sus cuevas y altitudes, han modelado muchos aspectos de la vida de los dogones, desde la agricultura hasta los rituales religiosos.

Tradiciones y creencias dogon: un cosmos de símbolos y rituales

Los dogón – un pueblo con una profunda tradición ritualista (c) Flicker

Los dogones de Mali poseen un rico patrimonio cultural y espiritual que los diferencia de otros pueblos tradicionales africanos. Su sistema de creencias, sus rituales y sus tradiciones artísticas ofrecen una visión fascinante de su concepción del mundo y de su relación con el universo.

Cosmogonía y sistema de creencias

La cosmogonía dogon gira en torno a la figura de Amma, el dios creador supremo, que formó el universo y todo lo que hay en él. Según su mitología, Amma creó primero la Tierra, luego el sol y finalmente a la humanidad. Los dogon también creen en la existencia de antepasados míticos, como los nommo, seres mitad hombre y mitad pez que descendieron del cielo para organizar el mundo y transmitir conocimientos esenciales al pueblo.

Otro aspecto destacable de su creencia es su conocimiento de la astronomía. Los dogones tienen un conocimiento preciso de los cuerpos celestes, en particular de Sirio y de su compañera invisible, Sirio B, una estrella enana blanca que los astrónomos occidentales no descubrieron hasta el siglo XX.

Rituales y ceremonias

Los dogon practican diversos rituales para marcar acontecimientos importantes de la vida comunitaria e individual, como el nacimiento, la circuncisión, el matrimonio y la muerte. Los funerales, en particular, van acompañados de elaboradas danzas y rituales para preparar al difunto para su viaje al otro mundo y mantener el equilibrio entre el mundo de los vivos y el de los antepasados.

El Dama es una de las ceremonias más importantes. Su objetivo es asegurar el paso pacífico de las almas de los recién fallecidos al mundo de los antepasados. El ritual consiste en bailes de máscaras que duran varios días. Las máscaras, hechas de madera y a menudo decoradas con abalorios, conchas de cauri y plumas, representan figuras espirituales y conceptos clave de la mitología dogón.

¿Y el arte dogón?

El arte dogón está intrínsecamente ligado a sus creencias y rituales. Las esculturas de madera, a menudo figuras antropomorfas o zoomorfas, desempeñan un papel esencial en los rituales y actúan como intermediarias entre el mundo espiritual y el material. Estas obras de arte no son sólo expresiones estéticas, sino también vehículos de mediación espiritual y de transmisión de conocimientos culturales.

La transmisión de conocimientos

La tradición oral es el principal medio de transmisión de conocimientos entre los Dogon. Este método incluye mitos, canciones, proverbios y epopeyas que explican el origen del mundo, las leyes de la sociedad y la relación entre el hombre y el cosmos. Los ancianos, respetados por su sabiduría y conocimiento de las tradiciones, se encargan de educar a las generaciones más jóvenes. Organizan sesiones de enseñanza, a menudo celebradas durante las vigilias o en entornos rituales específicos.

Los Hogon, los líderes espirituales y religiosos de los Dogon, desempeñan un papel clave en la transmisión de conocimientos. Se les considera los guardianes de los secretos del pueblo dogón, incluidos los conocimientos de astronomía y espiritualidad. Su posición les confiere autoridad en la gestión de importantes ritos y ceremonias, y a menudo se les consulta para pedirles consejo sobre cuestiones sociales o espirituales. La transmisión de conocimientos por parte de los dogones está muy ritualizada y codificada, lo que preserva la pureza de las antiguas enseñanzas.

Tecnologías y adaptaciones

A pesar de su aparente aislamiento, los dogon han desarrollado técnicas agrícolas muy adaptadas a su entorno árido. Sus sistemas de terrazas e irrigación les permiten cultivar cereales como el mijo y el sorgo, así como legumbres. También poseen un profundo conocimiento de las plantas medicinales, que utilizan para tratar una amplia gama de dolencias mediante métodos transmitidos de generación en generación.

Los dogon hoy

Un miembro de la etnia dogón (c) Flicker

En la actualidad, los Dogon siguen viviendo principalmente de la agricultura, aunque el turismo y el interés antropológico han aportado nuevas fuentes de ingresos, así como nuevos retos. Siguen siendo un símbolo de la riqueza cultural de África y de la capacidad de los pueblos indígenas para preservar su patrimonio frente a retos considerables.

La historia de los Dogon, por tanto, es la de una adaptación continua y una tenaz preservación de su identidad cultural y espiritual, a pesar de los numerosos cambios y desafíos que han marcado su larga existencia.