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Inicialmente con sede en Trípoli (Libia), la sede de la Comunidad de Estados Sahelosaharianos (Cen-Sad) se encuentra ahora en Yamena (Chad), tras la decisión adoptada el pasado mes de abril por los jefes de Estado de los países miembros de esta organización económica que reúne a 24 países africanos.
Desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, las actividades de la Comunidad de Estados Sahelosaharianos se han visto interrumpidas.
En 2013, a instancias del chadiano Idriss Deby, se celebró una cumbre en la capital chadiana para relanzar la organización. Esta reunión condujo a la revisión del tratado fundacional.
Según Ibrahim Sani Abani, secretario ejecutivo de la organización regional, la Cen-Sad centrará a partir de ahora sus esfuerzos en dos áreas: «Los 24 jefes de Estado de la Cen-Sad han dicho que tenemos que concentrarnos en dos prioridades esenciales: la paz y la seguridad, y el desarrollo sostenible. Y la región lo necesita porque, desgraciadamente, la región sahelo-sahariana es actualmente la más afectada por los problemas del terrorismo, el tráfico ilícito, las armas y las drogas».
La Comunidad de Estados Sahelosaharianos pretende contribuir a los programas de desarrollo dirigidos por la Unión Africana en los ámbitos de la agricultura, la libre circulación y la integración continental.
Como recordatorio, la Cen-Sad es una agrupación de Estados querida por el líder libio, que pretendía contribuir a la marcha hacia la unidad africana.