La «Alianza de Estados del Sahel» y una nueva era para África Occidental

La «Alianza de Estados del Sahel» y una nueva era para África Occidental

La audaz medida adoptada por Burkina Faso, Malí y Níger abrirá probablemente una nueva era para la región

El 6 de julio de 2024, Niamey, la capital de Níger, acogió la cumbre inaugural de la Alianza de Estados del Sahel (AES), organización formada por Burkina Faso, Mali y Níger. Este acontecimiento, calificado de histórico por las autoridades militares nigerinas, pretende sentar las bases de una confederación entre estos tres países del Sahel central.

Las calles de Niamey se han llenado de un ambiente electrizante mientras las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno llamaban a una participación masiva para dar la bienvenida al presidente burkinés. Desde la Place de l’Escadrille hasta el aeropuerto, el sonido de las vuvuzelas y los vítores de los manifestantes crearon un ambiente festivo, y los autobuses especiales, dispuestos para la ocasión, resaltaron la importancia del acontecimiento.

Hassane Souley Kadri, secretario general de un sindicato de estudiantes, expresó su entusiasmo por presenciar a las distintas delegaciones: «Estamos aquí para mostrar nuestro apoyo a los ideales que estos tres líderes -el capitán Ibrahim Traore, de Burkina Faso, el coronel Assimi Goita, de Malí, y el general Abdourahamane Tiani, de Níger- han defendido desde que tomaron el poder en sus respectivos países. Estos líderes se han convertido en iconos para las generaciones más jóvenes. Nuestro objetivo es garantizar que nuestros Estados alcancen una soberanía duradera», declaró.

La retórica de la soberanía resonó entre la multitud, reflejando los persistentes mensajes de los líderes de Burkina Faso, Malí y Níger en los últimos meses.

Reforzar los lazos regionales

El objetivo primordial de la cumbre era detallar la creación de una «Confederación de Estados del Sahel» y posiblemente oficializar su lanzamiento. Esta nueva alianza, nacida de la ambición de reforzar la cooperación y la solidaridad frente a los retos comunes, pretende establecer un espacio de seguridad, paz y prosperidad compartida en la región del Sahel. Como estaba previsto, la confederación se oficializó con la firma de una declaración por las partes, que han estado trabajando en su marco administrativo y jurídico.

Inicialmente presentada como un pacto de defensa, la AES ha evolucionado rápidamente hacia una herramienta geoestratégica con esfuerzos diplomáticos coordinados. La retirada conjunta de los tres países de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) es una prueba de su postura unificada. Tanto Burkina Faso como Níger han seguido el ejemplo de Malí en la búsqueda de lazos más estrechos con Rusia.

La formación de una confederación conlleva futuros mecanismos de gobierno interno conjunto, ya sean ministeriales, parlamentarios o presidenciales. El general Tiani, de Níger, también ha propuesto la creación de una moneda común. Los anuncios o aclaraciones del trío dirigente de la AES son muy esperados.

Desde septiembre de 2023, tras la firma de la Carta Liptako-Gourma, los tres países han establecido una arquitectura de defensa común y se han comprometido a prestarse asistencia mutua. «Cualquier ataque contra la soberanía y la integridad territorial de una o varias partes contratantes se considerará una agresión contra las demás», estipula la carta.

Romper con la CEDEAO

El general Tiani afirmó el sábado que los pueblos de Níger, Burkina Faso y Malí han «dado irrevocablemente la espalda a la CEDEAO», durante la inauguración de la primera cumbre de la Alianza de Estados del Sahel en Niamey. Hizo hincapié en la necesidad de construir una comunidad soberana de pueblos libres de la dominación extranjera.

Como se recordará, las relaciones entre la AES y la CEDEAO se han agriado considerablemente desde el golpe de Estado del 26 de julio de 2023, que llevó al poder al general Tiani. La CEDEAO impuso severas sanciones económicas a Níger y amenazó con una intervención militar para restituir al derrocado presidente Mohamed Bazoum. Aunque las sanciones se levantaron en febrero, las tensiones entre ambos bloques siguen siendo elevadas.

Paralelamente, la CEDEAO celebró el 7 de julio en Abuja una cumbre extraordinaria de sus jefes de Estado para «reflexionar sobre el futuro» de la organización, mientras se agudiza la crisis en su seno. Cabe señalar que ninguno de los miembros de la AES participó en dicha cumbre, aunque su presencia era muy esperada.

A este respecto, las autoridades de la CEDEAO expresaron su «decepción por la falta de avances en los compromisos con las autoridades de Burkina Faso, Malí y Níger» y designaron a Bassirou Diomaye D. Faye, presidente de la República de Senegal, como facilitador de la CEDEAO en el compromiso de la institución con la AES en colaboración con Faure Essozimna Gnassingbe, presidente de la República Togolesa.

Formalizar la confederación

Los regímenes militares de Burkina Faso, Malí y Níger refrendaron oficialmente su alianza en el seno de la Confederación de Estados del Sahel durante su primera cumbre, celebrada el sábado en Niamey, consolidando así su ruptura con el resto del bloque de África Occidental. Como ya se ha dicho, la creación de esta confederación subraya su ruptura definitiva con la CEDEAO.

«Nuestros pueblos han dado irrevocablemente la espalda a la CEDEAO», reiteró el general Tiani, haciendo un llamamiento para que la AES sea una alternativa a las agrupaciones regionales artificiales y construya una comunidad soberana de pueblos. Y prosiguió: «La AES es la única agrupación subregional eficaz en la lucha contra el terrorismo, mientras que la CEDEAO ha demostrado su falta de implicación en esta lucha.»

La creación de esta confederación marca un paso significativo hacia una integración más profunda entre sus miembros.

En la misma ocasión se comprometieron a poner en común recursos en sectores estratégicos como la agricultura, el agua, la energía y el transporte, así como a abogar por un mayor uso de las lenguas locales en los medios de comunicación públicos y privados. Los tres países también han decidido poner en marcha un plan trilateral de lucha contra los grupos terroristas armados, la delincuencia organizada transnacional y otras amenazas. Con ello, parece que los miembros de la AES han formado también una fuerza conjunta para combatir los atentados extremistas.

Implicaciones para África Occidental

La creación de la Confederación de Estados del Sahel tiene importantes implicaciones para la región de África Occidental. La postura unificada de Burkina Faso, Malí y Níger desafía la influencia tradicional de la CEDEAO y sus aliados externos, especialmente Francia. Estos países pretenden afirmar su soberanía y reducir la dependencia de las potencias externas formando una confederación.

El énfasis de la AES en la asistencia mutua y en una estrategia de defensa común pone de relieve su compromiso de abordar los retos de seguridad de forma colectiva. Asimismo, su plan para crear una moneda común y mecanismos conjuntos de gobernanza parece consolidar aún más sus esfuerzos de integración.

Esta nueva realidad geopolítica plantea tanto oportunidades como retos para la región de África Occidental. Sin embargo, el éxito de la AES dependerá de su capacidad para mantener la estabilidad, fomentar el desarrollo económico y combatir eficazmente el terrorismo. Además, la respuesta de la CEDEAO y otros actores regionales a este bloque emergente marcará la dinámica futura de la región.

A medida que los líderes de Burkina Faso, Malí y Níger avancen en su visión de la Confederación de Estados del Sahel, la comunidad internacional observará de cerca cómo esta nueva alianza navega por el complejo panorama de la política y la seguridad de África Occidental.