Johannesburgo apuesta por la restauración de sus ríos urbanos tomando como modelo el programa de gestión fluvial transformadora de Durban

En un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos urbanos en Sudáfrica, la restauración de los ríos se ha convertido en una prioridad estratégica para lograr ciudades más resilientes, sostenibles y equitativas. Johannesburgo, enfrentando una grave degradación de sus sistemas fluviales, ha decidido implementar un ambicioso programa de gestión inspirado en el exitoso modelo desarrollado por Durban

En los ríos de Johannesburgo, los residuos sólidos y los escombros degradan la calidad del agua y aumentan el riesgo de inundaciones. Foto: Hush Naidoo Jade Photography/Unsplash

Las ciudades sudafricanas se encuentran en una encrucijada crítica en lo que respecta a la gestión de sus recursos hídricos, en particular de los sistemas fluviales urbanos que, históricamente, han desempeñado un papel central tanto en la configuración del paisaje como en el sostenimiento de las funciones ecológicas esenciales para la vida urbana. El acelerado crecimiento urbano, sumado a los impactos cada vez más intensos del cambio climático, ha contribuido a la degradación progresiva de estos cuerpos de agua, deteriorando no solo su calidad ambiental, sino también los servicios ecosistémicos fundamentales que prestan a las poblaciones humanas: desde la regulación hídrica y la mitigación de inundaciones, hasta la provisión de hábitats biodiversos y espacios de esparcimiento. En este contexto, la ciudad de Johannesburgo ha comenzado a implementar una estrategia ambiciosa de restauración fluvial tomando como referencia las innovaciones desarrolladas por el municipio de eThekwini, que incluye a la ciudad costera de Durban, pionera en Sudáfrica en la implementación de un enfoque transformador de gestión de ríos.

Durban ha sido una de las primeras urbes del país en reconocer de forma sistemática la interconexión entre la salud de los ecosistemas fluviales y la sostenibilidad urbana a largo plazo. Desde 2020, el municipio de eThekwini ha impulsado el Programa Transformador de Gestión Fluvial (Transformative Riverine Management Programme, TRMP) con el objetivo de revertir décadas de degradación ambiental, provocada por la expansión urbana descontrolada, la contaminación industrial y doméstica, y la pérdida de hábitats naturales como humedales y bosques costeros. Este programa, apoyado financieramente por el C40 City Finance Facility, ha sido innovador no solo en su enfoque técnico y ambiental, sino también en su concepción política y económica: eThekwini no se limitó a restaurar tramos de ríos aislados, sino que diseñó una hoja de ruta de largo plazo que articula planificación espacial, gestión integrada de cuencas, participación ciudadana y análisis de costo-beneficio con enfoque multiescalar.

Una de las contribuciones más importantes del TRMP de Durban ha sido demostrar, con datos empíricos, que la inversión en restauración fluvial genera beneficios múltiples que superan por mucho el costo inicial. Según las estimaciones desarrolladas en su marco, cada rand invertido puede generar entre 1,8 y 3,4 veces su valor en beneficios sociales, económicos y ecológicos. Estos beneficios abarcan desde la reducción del riesgo de inundaciones y enfermedades hídricas, hasta el aumento del valor de las propiedades cercanas, la mejora de la calidad de vida urbana y el fortalecimiento de la resiliencia climática de infraestructuras y comunidades.

Inspirada por este precedente, la ciudad de Johannesburgo ha iniciado la elaboración de su propio TRMP, centrado en la restauración del tramo superior del río Jukskei, uno de los cursos de agua más degradados de la región metropolitana de Gauteng. Esta región, que comprende también los municipios vecinos de Tshwane y Ekurhuleni, representa una de las zonas urbanas más densamente pobladas de África Subsahariana y se enfrenta a desafíos hídricos complejos, amplificados por décadas de planificación urbana segregada, carencias estructurales en el saneamiento básico y una infraestructura hídrica obsoleta. El proyecto de Johannesburgo forma parte de la iniciativa internacional SUNCASA (Scaling Urban Nature-Based Solutions for Climate Adaptation in Sub-Saharan Africa), liderada por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), con la participación activa de actores locales como Zutari, GenderCC, Alexandra Water Warriors, Water for the Future, y los organismos públicos Parques y Zoológico de Johannesburgo.

El eje central del programa en Johannesburgo es la recuperación integral del tramo inicial de 15 kilómetros del río Jukskei, que fluye desde el centro de la ciudad hasta el barrio de Alexandra, una de las zonas históricamente más marginadas del país. Las evaluaciones iniciales, que combinan análisis hidroecológicos y estudios de vulnerabilidad socioeconómica, han revelado que barrios como Alexandra y Bezuidenhout Valley presentan niveles críticos de riesgo, debido tanto a su exposición a inundaciones como a la precariedad de su infraestructura y servicios. Estas zonas, que fueron moldeadas por políticas de segregación racial durante el Apartheid, concentran hoy día una alta densidad poblacional, baja capacidad adaptativa y un acceso limitado a servicios ambientales saludables. La recuperación del río Jukskei no solo es, por tanto, una cuestión ecológica, sino también un acto de justicia social y reparación histórica.

El enfoque que está adoptando Johannesburgo no se limita a intervenciones ambientales; busca articular una estrategia de gestión fluvial integrada, que combine restauración ecológica con planificación urbana resiliente, educación ambiental, creación de empleo verde y fortalecimiento comunitario. Bajo la dirección técnica de Zutari, se está elaborando un modelo de gestión que incluye análisis de riesgos climáticos, un estudio económico de costo-beneficio, un marco de implementación por etapas y perfiles de inversión destinados a atraer financiamiento público y privado. Paralelamente, se está promoviendo un enfoque de gobernanza colaborativa que involucra a múltiples sectores: gobiernos municipales, comunidades locales, organizaciones de la sociedad civil, sector privado y agencias multilaterales.

En febrero de 2025, se celebró un encuentro intermunicipal facilitado por WRI que reunió a representantes de eThekwini, Johannesburgo, Tshwane y Ekurhuleni para intercambiar conocimientos y buenas prácticas sobre gestión fluvial urbana. Este espacio de diálogo técnico-político permitió identificar tres lecciones clave. En primer lugar, se destacó que los sistemas fluviales no reconocen límites administrativos, por lo que resulta esencial una coordinación regional efectiva entre municipios que comparten cuencas. En segundo lugar, se subrayó que el intercambio de aprendizajes acelera los procesos de innovación y mejora la calidad de las intervenciones. Finalmente, se enfatizó que la gestión de los ríos urbanos debe ser una responsabilidad compartida, en la que todos los actores sociales y económicos asuman compromisos activos para transformar el entorno urbano hacia una mayor sostenibilidad.

A futuro, el desafío para Johannesburgo es consolidar el programa piloto del río Jukskei como modelo replicable en otras cuencas urbanas de la ciudad. Para ello, el municipio contará con el respaldo del Acelerador de Infraestructura Verde-Gris del WRI, una iniciativa diseñada para promover soluciones urbanas que integren infraestructura convencional con elementos naturales, mediante políticas públicas innovadoras, carteras de proyectos estratégicos y mecanismos financieros orientados a resultados climáticamente resilientes. Esta perspectiva no solo se alinea con los compromisos internacionales de Sudáfrica en materia de adaptación climática, biodiversidad y desarrollo sostenible, sino que también plantea un cambio de paradigma en la forma en que las ciudades africanas gestionan su territorio, apostando por un futuro en el que la naturaleza y la urbanización no se excluyan mutuamente, sino que se refuercen de manera sinérgica.

Por Instituto IDHUS