Blockchain podría proporcionar una identidad digital segura y descentralizada para todo el mundo, lo que facilita el acceso a servicios públicos y privados, como la atención médica, la educación y la banca
La identidad digital es un concepto cada vez más relevante en la era digital actual, y la tecnología blockchain tiene el potencial de revolucionar la forma en que la manejamos. En términos generales, la identidad digital se refiere a la recopilación de datos y atributos que se utilizan para identificar a un individuo en el mundo online. Esta identidad puede incluir desde detalles biográficos, como el nombre y la fecha de nacimiento, hasta información financiera y de salud. El problema, generalmente, en todos estos casos, es el de la seguridad y privacidad de todos los datos.
Blockchain, siendo una estructura de datos que mantiene una lista de registros o bloques vinculados mediante criptografía, ofrece un método seguro y descentralizado para gestionar estas identidades digitales. Esto se debe a su diseño inherentemente resistente a la manipulación de esos datos, que garantiza que cualquier cambio en la información guardada en la cadena de bloques sea rastreable y verificable.
A este respecto, un informe del Foro Económico Mundial (2020) señala que 1.1 mil millones de personas en todo el mundo carecen de una identificación oficial y reconocida, lo que dificulta su acceso, en diversos países, a servicios básicos como la atención médica, la educación y la banca. En este contexto, la identidad digital basada en blockchain puede ser una solución efectiva, ya que proporciona una identificación segura, accesible y verificable para los ciudadanos en estos y otros ámbitos y aspectos de nuestras vidas.
Tomemos, por ejemplo, el acceso a servicios de atención médica. Con una identidad digital basada en blockchain, un individuo tendría un registro de salud digital seguro y accesible. Este registro podría incluir información sobre enfermedades pasadas, tratamientos realizados, alergias y más, lo que no solo facilitaría el acceso y la transferencia de registros médicos entre diferentes proveedores de atención médica, sino que también ayudaría a evitar el fraude y los errores médicos por falta de información o datos incompletos.
Además, la identidad digital basada en blockchain puede facilitar el acceso a la educación, especialmente la formación online, donde las instituciones educativas pueden emitir certificados y diplomas en la red de bloques, garantizando su autenticidad y evitando la falsificación. Del mismo modo, los estudiantes pueden tener acceso a sus registros académicos en cualquier momento y lugar, lo que facilita su movilidad y el acceso a oportunidades educativas.
En cuanto a la banca, la identidad digital basada en blockchain puede facilitar el acceso a servicios financieros para aquellos que están actualmente excluidos del sistema bancario tradicional. Según el Banco Mundial, aproximadamente 1.7 mil millones de adultos en todo el mundo no tienen una cuenta bancaria. Con una identidad digital segura y verificable, estas personas podrían tener acceso de forma mucho más fácil a servicios financieros, préstamos y seguros.
Es importante destacar que la implementación de una identidad digital basada en blockchain plantea muchos desafíos, como asegurar la protección de la privacidad, la interoperabilidad entre diferentes sistemas de blockchain y el cumplimiento de las regulaciones de identificación. Sin embargo, con un enfoque equilibrado que los aborde, la identidad digital basada en blockchain tiene el potencial de proporcionar a los ciudadanos un acceso seguro y descentralizado a servicios públicos y privados, mejorando en última instancia la inclusión y la equidad en nuestra sociedad digital.
Algunos proyectos pioneros en el uso de blockchain para sistemas de identidad digital
Desde hace relativamente pocos años, hay varios proyectos en marcha que buscan aprovechar la tecnología blockchain para implementar sistemas de identidad digital. Algunos ejemplos notables son proyectos como:
Sovrin: Sovrin es una red de identidad digital descentralizada construida sobre la blockchain de Hyperledger Indy. La Fundación Sovrin, una organización sin fines de lucro internacional, supervisa la red. La red Sovrin permite a las personas y organizaciones tener el control completo y la autogestión de sus identidades digitales, al tiempo que garantiza la verificabilidad y la seguridad.
uPort: uPort es una plataforma de identidad digital autónoma basada en la blockchain de Ethereum. Permite a los usuarios registrar su propia identidad en Ethereum, enviar y solicitar credenciales, firmar transacciones y administrar sus claves de manera segura.
Microsoft’s ION (Identity Overlay Network): Microsoft está desarrollando un protocolo de identidad descentralizada llamado ION en la red Bitcoin. ION maneja grandes volúmenes de operaciones de identidad descentralizada para permitir a los usuarios tener control sobre su propia información.
Civic: Civic es una solución de identidad segura que permite a los usuarios controlar y proteger su información de identidad. Utiliza la tecnología blockchain para autenticar a los usuarios sin la necesidad de largos procesos de verificación de antecedentes.
Estos proyectos representan solo una muestra de los esfuerzos en curso para utilizar la tecnología blockchain en la creación de sistemas de identidad digital seguros, privados y descentralizados, y todos ellos apuntan hacia un futuro en el que los individuos tenemos un mayor control y propiedad sobre nuestras propias identidades digitales.
¿Qué infraestructura técnica es necesaria y cómo se haría la implementación de un sistema de identidad digital basado en blockchain?
La implementación de un sistema de identidad digital basado en blockchain es un proceso complejo que requiere una infraestructura tecnológica sólida y un diseño cuidadoso del sistema para garantizar la seguridad, la privacidad y la accesibilidad. Aunque las implementaciones específicas pueden variar, algunos de los componentes clave y los pasos generales que podrían implicar son comunes para todos estos proyectos anteriores.
En primer lugar, la base de cualquier sistema de identidad digital basado en blockchain es la red de blockchain en sí misma. Esta red puede ser pública, como Ethereum, o privada, diseñada específicamente para el sistema de identidad digital. Las redes de blockchain públicas ofrecen mayor descentralización y seguridad, pero pueden enfrentar problemas de escalabilidad y velocidad. Las redes privadas, por otro lado, pueden ser más rápidas y escalables, pero implican un cierto grado de centralización. Por lo tanto, la elección de la red de blockchain adecuada dependerá del equilibrio entre estos factores.
Además, el sistema necesitará un protocolo de identidad para definir cómo se crean, verifican y gestionan las identidades digitales. Este protocolo debe incluir mecanismos para garantizar la privacidad y la seguridad de los datos personales. Para ello, puede utilizar la criptografía de clave pública, donde cada usuario tiene una clave pública que se usa para identificarlo y una clave privada que se utiliza para firmar transacciones o acceder a información personal. Este aspecto deberá considerar puntos como el consentimiento del usuario para el acceso a datos y la revocación de identidades.
Otro componente importante es el sistema de almacenamiento de datos. Aunque la red blockchain puede almacenar toda la información de la persona, no es práctico ni deseable registrar todos los datos personales en la cadena de bloques debido a problemas de escalabilidad y privacidad. Por lo tanto, se necesita un sistema de almacenamiento de datos separado, que puede ser una base de datos descentralizada o incluso almacenamiento en la nube cifrado, que se vincula a la blockchain mediante referencias criptográficas.
También es crucial un sistema de interfaz de usuario amigable para permitir a los usuarios interactuar con su identidad digital tal como una aplicación móvil o un portal web, que proporcione funciones para crear y gestionar la identidad digital, verificar la identidad de otros y autorizar el acceso a los datos personales. Como podemos imaginar, la implementación de estos sistemas requerirá la colaboración con las diversas partes interesadas, incluyendo gobiernos, empresas privadas y organizaciones de la sociedad civil a las que vayamos a darles nuestros datos a cambio de los servicios que nos presten, siendo crucial para garantizar la aceptación y el uso generalizado del sistema de identidad digital la seguridad de todo el sistema, así como para cumplir con las regulaciones de identificación y protección de datos existentes actualmente.
Ya luego, y a pesar de todo, es importante ser consciente de que, una vez implementado, el sistema de identidad digital basado en blockchain no es un producto finalizado, sino que requiere una monitorización y actualización constante para abordar cualquier problema o vulnerabilidad emergente. Esto implica mantenerlo al día con los últimos avances en tecnología blockchain, seguridad de la información y regulaciones de identidad y privacidad, ya que, en última instancia, la implementación exitosa de un sistema como este es un proceso continuo de mejora y adaptación a las cambiantes necesidades y desafíos del mundo digital y de nuestra sociedad.
Un gran potencial de mejorar la forma en la que manejamos nuestros datos en el mundo digital
La identidad digital basada en blockchain tiene el potencial de remodelar la forma en que interactuamos en el mundo online, proporcionando una forma segura, descentralizada y eficiente de gestionar nuestras identidades en línea. Al permitir a los individuos tener el control total de sus propios datos, esta tecnología puede mejorar la privacidad, la seguridad y la accesibilidad a una variedad de servicios públicos y privados. Sin embargo, la implementación no está exenta de desafíos. Requiere una infraestructura tecnológica sólida, un diseño de sistema cuidadoso y la cooperación de una variedad de partes interesadas. Además, debe abordar las preocupaciones sobre la seguridad, la privacidad y la adopción por parte de los usuarios.
A pesar de ello, los avances en la tecnología blockchain y los esfuerzos de proyectos como Sovrin, uPort, ION de Microsoft y Civic demuestran que es posible crear un sistema de identidad digital que sea seguro, descentralizado y centrado en el usuario. Con el continuo desarrollo e innovación en este campo, podemos esperar ver un cambio significativo en la forma en que manejamos nuestras identidades y datos en un futuro cercano.