La carrera armamentística del Sahel aumenta las tensiones entre Mauritania y Malí

La carrera armamentística del Sahel aumenta las tensiones entre Mauritania y Malí

El último anuncio de Mauritania ha sido considerado como una medida que podría tener importantes consecuencias para la estabilidad y la seguridad en la región.

El Presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, acompañado por la Ministra de Defensa, Hanena Ould Sidi, y el Comandante del Estado Mayor, Mokhtar Bolle Chabaane, inspeccionan modelos de nuevos equipos militares – FOTO/Ejército Nacional de Mauritania

Por Enrique Fernandez
ATALAYAR

La región se enfrenta a una carrera armamentística entre varios países, entre ellos Argelia, Mali, Mauritania y Marruecos. La tensión en la región va en aumento, y los desacuerdos entre Malí y Mauritania son una de las principales preocupaciones de la Unión Africana, los países vecinos y los políticos occidentales, que ven el Sahel, «patio trasero de Europa», como una región donde se libran guerras por poderes. Las tensiones han aumentado tras las incursiones de tropas malienses en territorio mauritano.

Según el ejército nacional mauritano, el Ministro de Defensa y el Jefe del Estado Mayor han aprobado el nuevo paquete de equipamiento militar. Mauritania está adoptando un enfoque global de sus capacidades militares, centrado en la eficacia y la diversidad más que en la compra de un número limitado de armas.

El presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, acompañado del ministro de Defensa,Hanena Ould Sidi, y el comandante de Estado Mayor, Mokhtar Bolle Chabaane, inspeccionan modelos de nuevo equipo militar – PHOTO/Ejército Nacional de Mauritania

Esta acción forma parte de un plan más amplio para demostrar la fuerza del país y ganarse el apoyo de los aliados para impedir la entrada en Mauritania de un grupo de rusos respaldados por Wagner con fines antiterroristas.

Malí también ha utilizado drones turcos Bayraktar para combatir movimientos separatistas. En el exterior, Argelia se ha convertido en el blanco de las manifestaciones iraníes que amenazan la seguridad de Nuakchot, que no quiere unirse a las alianzas regionales, sobre todo después de que Argelia propusiera establecer una alianza alternativa a la Unión del Magreb, con la excepción de Marruecos.

Malí y Mauritania: tensión en el Magreb

La escalada de Mauritania, sobre todo al coincidir con la celebración de unas maniobras fronterizas tituladas «Prueba de la preparación de las unidades de combate y de su eficacia combativa», pretendía confirmar que el país no toleraría nunca ningún intento de retrasar un nuevo foco de influencia rusa que empieza a tomar forma en Malí, Níger y Burkina Faso.

Las tensiones entre Mauritania y Malí constituyen un grave problema en la región. El avance del ejército maliense en la zona fronteriza mauritana ha provocado tensiones entre ambos países. Estas diferencias reflejan la competencia por la influencia entre Rusia y Occidente en la región, así como la lucha por la soberanía y la estabilidad regionales. Las tensiones también podrían amenazar la estabilidad regional y la seguridad de los países de la región, ya que Rusia quiere una salida al océano Atlántico.

Los nervios están relacionados con la lucha contra el terrorismo y la inestabilidad en la región. Los países del Sahel luchan contra grupos terroristas como el Estado Islámico del Gran Sáhara (ISIS-GS) y otros grupos armados que llevan a cabo atentados y secuestros. Reducir y controlar las tensiones entre Mauritania y Mali es un esfuerzo de los países de la región para proteger sus intereses y soberanía en la región, así como para combatir la inestabilidad y el terrorismo.

Marruecos lidera la carrera armamentística en el Sahel y el Sáhara

El Presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, acompañado por la Ministra de Defensa, Hanena Ould Sidi, y el Comandante del Estado Mayor, Mokhtar Bolle Chabaane, inspeccionan modelos de nuevos equipos militares – FOTO/Ejército Nacional de Mauritania

La carrera armamentística en el Sahel y el Sáhara es un fenómeno complejo en el que participan varios países de la región, entre ellos Mauritania, Malí, Argelia y Marruecos. Estos países están comprando armas modernas, incluidos aviones no tripulados de reconocimiento y ataque, para proteger sus intereses y su soberanía en la región.

La carrera armamentística refleja la competencia por la influencia entre Rusia y Occidente en la región y podría suponer una amenaza para la estabilidad regional. Además, una carrera armamentística podría provocar una escalada de violencia y un aumento de las tensiones entre los países de la región.

La carrera armamentística en el Sahel y el Sáhara también está relacionada con la lucha contra el terrorismo y la inestabilidad en la región. Los países de la región luchan contra grupos terroristas como el Estado Islámico del Gran Sáhara (ISIS-GS) y otros grupos armados que llevan a cabo atentados y secuestros. La carrera armamentística es un esfuerzo de los países de la región para proteger sus intereses y soberanía en la región, así como para combatir la inestabilidad y el terrorismo.

El último informe publicado por Military Africa, un sitio web especializado en asuntos militares en África, muestra que el número de drones en el arsenal del ejército mauritano ronda las 4 unidades, lo que le sitúa en el puesto 28 de África y el último del Magreb.

El informe señala que Marruecos es el país magrebí con más UAV (233), seguido de Argelia, con 121, y Túnez, con unos 59. Las relaciones entre Nuakchot y Bamako se tensaron por la incursión del ejército maliense y de elementos del grupo ruso Wagner en la región fronteriza mauritana a principios de abril del año pasado. El 4 de mayo, el ejército mauritano realizó maniobras militares en la frontera con Malí.

Amenaza para la estabilidad regional

No cabe duda de que Moscú quiere ampliar el círculo de sus alianzas, y es este secreto lo que preocupa a Mauritania y su rápida reacción para conseguirlo.  La amenaza a la estabilidad regional es un problema de primer orden en la región. La carrera armamentística en el Sahel y el Sáhara, las tensiones entre Mauritania y Malí, la cooperación con Occidente y la seguridad energética son factores que podrían amenazar la estabilidad de la región.

Una amenaza a la estabilidad regional podría provocar una escalada de violencia y un aumento de las tensiones entre los países de la región, lo que está relacionado con la lucha contra el terrorismo y la inestabilidad en la región. Los países de la región luchan contra grupos terroristas como el Estado Islámico del Gran Sahara (ISIS-GS) y otros grupos armados que llevan a cabo atentados y secuestros. La amenaza a la estabilidad regional reside en los esfuerzos que realizan los países de la región para proteger sus intereses y su soberanía en la región, así como en la lucha contra la inestabilidad y el terrorismo.

¿Cuál es el papel de Rusia?

Partidarios de Putin en Malí – FOTO/ARCHIVO

La preocupación por la agenda de Rusia en el Sahel podría animar a Mauritania a abrir la cooperación con Estados Unidos, que busca un socio alternativo para transferir sus fuerzas que se están retirando de Níger y Chad.

En un informe publicado por la revista National Interest, Amin Goulidi, investigador de seguridad y geógrafo político, sostiene que una cooperación de seguridad más estrecha con Nuakchot ofrece a Washington protección contra la creciente inestabilidad en el sur, al reforzar el potencial de Mauritania y apoyar su infraestructura militar.

Por otro lado, Richard Weitzer, director del Centro de Análisis Político del Instituto Hudson de Virginia, cree que el acercamiento entre la OTAN y Mauritania refleja la creciente preocupación por la situación en la región del Sahel y apunta a los esfuerzos de Rusia por extender su control en la región a través del grupo Wagner.

La cooperación occidental desempeña un papel clave. A pesar del fin de la presencia del ejército francés en la región y de la reciente salida de las fuerzas españolas de Mali, las directrices de Bruselas siempre formarán parte de la solución al problema: la llegada de Wagner al Sahel.

Europa siempre ha abogado por trabajar juntos para encontrar soluciones comunes. En este sentido, Estados Unidos y la OTAN han incrementado y mejorado en los últimos años sus relaciones con los gobiernos locales, con el único objetivo de establecer la paz y la seguridad en la región del Sahel y el Sáhara.