¿Avanzan las ciudades ucranianas hacia los estándares europeos de transparencia?

Analizamos cómo las ciudades ucranianas están adoptando estándares europeos de transparencia como parte esencial del proceso de integración con la Unión Europea. Más allá de las reformas a nivel nacional, son los gobiernos locales los que deben transformar sus prácticas administrativas para cumplir con los principios de apertura, participación ciudadana y rendición de cuentas. A través del programa Transparent Cities, se evalúan avances y desafíos en áreas clave de gobernanza municipal. Los resultados revelan tanto ejemplos sobresalientes como brechas estructurales que aún deben superarse para consolidar una democracia efectiva y alineada con los valores europeos

Vinnytsia, una de las ciudades ucranianas analizadas en el informe. Foto: Cities4Cities

A pesar de llevar ya varios años sumida en la guerra con Rusia, la senda de integración de Ucrania en la Unión Europea va abriéndose paso poco a poco y, en este contexto, no puede entenderse únicamente como un proceso legislativo desarrollado desde el gobierno central o una reforma estructural desde las altas esferas del poder estatal. Por el contrario, dicha integración se está intentando llevar a cabo desde una transformación sustantiva y gradual en todos los niveles de la administración pública, en especial en el plano municipal, donde se gestiona el día a día de la ciudadanía y se materializan las políticas públicas en acciones concretas. En este contexto, la adopción de estándares europeos de transparencia y gobernanza local adquiere una importancia estratégica, no solo por sus implicaciones institucionales, sino también porque refuerza la legitimidad democrática y consolida el compromiso de Ucrania con los valores fundacionales de la Unión Europea: la rendición de cuentas, la participación ciudadana, la inclusión social, el Estado de derecho y la sostenibilidad. A pesar de la dificultad que enfrenta la población ucraniana en muchos aspectos de su día a día, se perciben avances a nivel local que son interesantes de analizar.

En aras de medir el grado de alineación de las ciudades ucranianas con estos estándares, el programa Transparent Cities de Transparency International Ucrania ha llevado a cabo una rigurosa evaluación de 100 municipios a lo largo de 2024. Esta evaluación se basó en 70 indicadores, extraídos de una combinación de requisitos legales, buenas prácticas internacionales y experiencias previas de gobiernos locales europeos. De ellos, 31 indicadores fueron seleccionados específicamente por su correspondencia directa con las exigencias del EU Facility Plan y las recomendaciones del informe de ampliación de la Comisión Europea de 2024. Este enfoque metodológico permite evaluar con precisión cómo y en qué medida los gobiernos municipales ucranianos están avanzando hacia la integración europea desde una perspectiva técnico-administrativa y de gobernanza.

La puntuación máxima alcanzable en la evaluación fue de 100 puntos. Se consideró que una ciudad era «transparente» al superar los 75 puntos y «parcialmente transparente» al alcanzar al menos 50. Para garantizar la equidad del análisis y adaptarse a las condiciones excepcionales impuestas por la guerra —como la destrucción de infraestructuras o la reubicación forzada de dependencias municipales—, el programa introdujo indicadores alternativos para aquellas ciudades que no podían cumplir algunos criterios fundamentales debido a circunstancias de fuerza mayor. Así, la metodología incluyó una importante dimensión adaptativa, reflejando la flexibilidad y sensibilidad necesarias para evaluar el desempeño institucional en un país en guerra.

Los ámbitos analizados fueron siete: apertura institucional; gestión presupuestaria y adquisiciones públicas; administración de propiedades municipales y terrenos; relaciones públicas; políticas de recursos humanos e integridad institucional; provisión de servicios a la ciudadanía; y capacidad de respuesta ante desafíos relacionados con el conflicto armado. En cada uno de estos ejes se integraron indicadores europeos, que representan un 44% del total, y que fueron diseñados para evaluar no solo la transparencia documental, sino también la efectividad en la implementación de mecanismos de participación, control y reconstrucción. Entre los aspectos más relevantes considerados se encuentran la publicación regular de actas y decisiones del ayuntamiento, la organización de audiencias públicas presupuestarias, el establecimiento de agencias internas de auditoría, la existencia de planes locales anticorrupción, la publicación de datos abiertos sobre accesibilidad para personas con discapacidad y el uso de la plataforma DREAM para gestionar proyectos de reconstrucción.

El análisis de los resultados muestra una disparidad significativa entre los municipios, aunque también revela ejemplos notables de excelencia y compromiso. Las ciudades de Vinnytsia, Lutsk y Chernivtsi comparten el primer lugar con 34 puntos sobre 40 en los criterios de integración europea. Todas ellas no solo lideran este subranking, sino que también encabezan la clasificación general de transparencia de 2024. Este liderazgo se explica por una combinación de factores estructurales y políticos: ciudades medianas o grandes, con una administración local estable, una tradición reciente de reformas y una orientación política proeuropea. A estos factores se suman una inversión consciente en capacidades administrativas, así como la adopción temprana de herramientas digitales y mecanismos de participación.

Lutsk, en particular, destaca por su cumplimiento pleno en el ámbito de política de personal e integridad. La ciudad desarrolló e implementó de forma ejemplar el Programa Anticorrupción 2024–2026, con la participación de un grupo de trabajo técnico y la realización de consultas públicas abiertas, cuyas actas, documentación de respaldo y reportes de implementación se encuentran disponibles en el sitio web del ayuntamiento. Esta práctica ejemplifica la aplicación efectiva del principio de accountability —responsabilidad activa de los funcionarios ante la ciudadanía—, así como el principio de integridad institucional, ambos pilares clave en los informes de gobernanza de la Unión Europea.

Vinnytsia también sobresale por su enfoque sistemático hacia la transparencia, destacando por su programa de formación interna para funcionarios municipales. Durante 2024, organizó sesiones de capacitación en temas clave como la declaración electrónica de bienes y las reformas legislativas anticorrupción. Esta práctica está alineada con los estándares del EU Facility Plan, que establece que el fortalecimiento de la capacidad administrativa local es una condición sine qua non para la implementación efectiva de reformas de gobernanza. En otras palabras, la profesionalización del personal público es tan crucial como la existencia de normas legales o herramientas tecnológicas.

Pokrov, una ciudad pequeña con solo 34,000 habitantes y un presupuesto municipal limitado, representa un caso interesante de cómo incluso las comunidades más modestas pueden convertirse en referentes de buena gobernanza. A pesar de su tamaño, Pokrov logró posicionarse entre las ciudades líderes gracias a su notable apertura institucional y su respuesta proactiva a los desafíos derivados de la guerra. Uno de sus logros más significativos fue la adopción de un plan energético municipal para el período 2024–2026, un documento estratégico que no solo aborda la seguridad energética en tiempos de conflicto, sino que también integra objetivos de desarrollo sostenible y eficiencia ambiental, en consonancia con los compromisos del clúster de negociación de Energía Verde y Desarrollo Sostenible de la UE.

También merecen mención Mykolaiv y Zaporizhzhia, dos ciudades situadas en zonas clasificadas como de potencial hostilidad por su cercanía al frente de guerra. Ambas lograron resultados destacados en apertura institucional y gestión de la crisis. Mykolaiv publicó detalladamente la estructura orgánica del ayuntamiento, incluyendo códigos del registro nacional y relaciones de dependencia entre instituciones, lo cual facilita el escrutinio público y el control ciudadano. Por su parte, Zaporizhzhia habilitó en su portal oficial una sección dedicada a brindar información actualizada y práctica para emprendedores bajo ley marcial, integrando recursos sobre impuestos, subvenciones, trámites y servicios empresariales. Esta acción concreta promueve el desarrollo económico local y responde a los objetivos del clúster de Competitividad y Crecimiento Inclusivo, que busca fomentar un entorno propicio para las pymes y el emprendimiento.

A pesar de estos avances, el promedio de cumplimiento de los criterios europeos entre las ciudades evaluadas es de solo 46.7%, lo que refleja una brecha considerable entre las aspiraciones de integración europea y la capacidad institucional real de muchos municipios. Si bien hay progresos alentadores —como el uso generalizado de la plataforma DREAM, la realización de consultas públicas y la publicación de planes regulatorios—, persisten debilidades estructurales significativas. La más preocupante es la escasa implementación de audiencias presupuestarias con carácter vinculante: solo seis ciudades las realizaron de manera plena. Este instrumento —reconocido por la Comisión Europea como clave en la democratización del presupuesto— permite a la ciudadanía incidir en la asignación de recursos y garantiza que las prioridades públicas se definan colectivamente.

Otra deficiencia alarmante es la falta de publicación transparente sobre la estructura funcional de los gobiernos locales. Solo nueve ciudades compartieron esta información de manera integral, lo cual dificulta el control ciudadano y contraviene los principios fundamentales del open government. Asimismo, la accesibilidad de las infraestructuras públicas para personas con discapacidad continúa siendo un aspecto descuidado, a pesar de que el número de personas con movilidad reducida, incluidas las víctimas civiles y veteranos de guerra, ha aumentado significativamente desde el inicio de la invasión rusa. La inclusión, como objetivo transversal del Plan de Ayuda de Ucrania (sección 7.2), exige políticas locales coherentes, accesibles y efectivas.

Por último, el uso de datos abiertos en formato legible por máquinas —como información sobre accesibilidad, terrenos disponibles para urbanización o registro de bienes municipales— es aún muy limitado, a pesar de que la Unión Europea lo considera esencial para el fortalecimiento institucional y la generación de confianza entre la ciudadanía y sus autoridades.

En conclusión, los estándares europeos no son meros ideales abstractos: se materializan en las decisiones cotidianas que los gobiernos municipales adoptan en relación con la transparencia, la integridad, la eficiencia y la participación. Cada ciudad ucraniana que implementa estos estándares no solo mejora sus prácticas de gobernanza, sino que contribuye activamente al proceso de integración del país en la Unión Europea. El camino hacia Bruselas pasa, inevitablemente, por la plaza del ayuntamiento.

Por Instituto IDHUS

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