Nigeria y Níger, dos naciones entrelazadas por fronteras compartidas y una larga historia de cooperación regional a través de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana (UA), han sido durante mucho tiempo bastiones de la paz y la integración económica en África Occidental
Mohammed Ibrahim
Periodista multimedia freelance en el estado de Kaduna, Nigeria
Los lazos culturales, religiosos y lingüísticos entre los ciudadanos de a pie han florecido durante generaciones, especialmente en ciudades fronterizas como Jibia y Daura en Nigeria, y Maradi y Tawa en la República de Níger, donde los matrimonios mixtos y el comercio diario han difuminado las fronteras nacionales.
Sin embargo, las recientes turbulencias políticas tras un golpe militar en Níger en julio de 2023, han puesto a prueba esta base de confianza. El cierre de fronteras, iniciado cuando aumentaron las tensiones entre la CEDEAO y los líderes militares de Níger, ensombreció décadas de coexistencia pacífica.
Sin embargo, en medio de las tensiones diplomáticas, perdura la esperanza entre los ciudadanos de a pie, que se niegan a dejar que las disputas gubernamentales empañen sus relaciones personales. Los líderes religiosos y tradicionales de ambas naciones han desempeñado un papel fundamental en los esfuerzos de mediación. Eruditos islámicos nigerianos como el emir de Kano están implicando activamente a los líderes militares de Níger en la reconciliación. Estos esfuerzos han contribuido a que la CEDEAO levante las sanciones impuestas a Níger, lo que supone un rayo de esperanza para la reconciliación bilateral.
Sorprendentemente, a pesar de la discordia política, los ciudadanos nigerinos que residen en Nigeria y los que residen en la República de Níger siguen coexistiendo pacíficamente, demostrando resistencia para mantener su patrimonio cultural común. Adamu Hassan , un guardia nigeriano en Kaduna, comparte un profundo vínculo con su amiga nigeriana, Tanja, una vendedora de té local. A pesar de los cierres fronterizos y la tensión diplomática, Adamu valora su amistad por encima de las diferencias políticas, lo que ilustra la resistencia de las relaciones transfronterizas.
«Nunca he estado en Níger, pero espero visitar el país algún día gracias a mi amistad con Tanja. Lo veo como un hermano de sangre más que como un extranjero. Por eso me sentí molesto cuando nuestras dos naciones tuvieron un malentendido y Tanja se quedó varado en Nigeria durante tres meses debido al cierre de la frontera», declaró a Peace News Network.
Adamu explicó además que se alegra de ver cómo mejora el proceso de reconciliación entre las dos naciones.
Con un espíritu similar, Tanja subraya su amistad duradera, que no se ha visto afectada por la agitación política, destacando la insignificancia de las disputas gubernamentales en las relaciones personales.
«Hemos vivido en paz incluso cuando nuestros gobiernos tenían malentendidos diplomáticos, pero no permitimos que eso nos molestara», afirmó.
Del mismo modo, Malam Hamza, un lavador de gorras nigerino, rechaza los intentos de sembrar la discordia entre Níger y Nigeria, haciendo hincapié en los fuertes lazos históricos y culturales que unen a los norteños de ambos países.
«Los que creen que pueden dividirnos como pueblo se equivocan, porque la mayoría de los gobernantes tradicionales del norte, especialmente en el estado de Katsina y en Maradi, en Níger, tienen vínculos históricos entre sí», dijo sonriendo.
Añadió que algunos políticos de ambos países intentaron agravar la situación en los medios de comunicación, sin tener en cuenta la conexión histórica y el nivel de coexistencia pacífica que existe entre los ciudadanos de a pie de los dos países.
Nuhu, artista nigeriano en Niamey, regresó a su país en medio de la incertidumbre política, pero reconoce que sigue habiendo entendimiento entre los ciudadanos a pesar de los cambios gubernamentales.
Añadió que los líderes islámicos y los dirigentes tradicionales del norte de Nigeria también desempeñaron un papel importante a la hora de rebajar la tensión y promover la paz entre los dos países.
«La intervención de los eruditos religiosos contribuyó en gran medida a aliviar la tensión entre el gobierno nigeriano y el gobierno militar nigeriano, lo que también ayudó a los ciudadanos de a pie de ambos países, que se negaron a permitir que la disputa diplomática los dividiera», afirmó.
Sidil Ghabit Ahmat Sidi, Secretario General de Residentes Nigerianos en Nigeria, que vivió en Nigeria durante 33 años, subraya que las interacciones de base entre los ciudadanos de ambas naciones no se ven afectadas por la retórica política, y hace hincapié en su patrimonio común y su coexistencia pacífica. Elogia a los nigerianos por abogar contra las sanciones, afirmando la arraigada conexión entre los ciudadanos de ambos países.
Sidil Ghabit Ahmat Sidi Secretario General de Residentes Nigerianos en Nigeria.
«De hecho, los nigerianos somos personas amantes de la paz dondequiera que residamos», afirmó Alghabi, destacando la oposición de los nigerianos a las sanciones de la CEDEAO contra Níger, que fortaleció los lazos bilaterales a pesar de los problemas diplomáticos.
Sidi explicó además que su recién estrenada Secretaría en Kaduna se utilizará para sensibilizar a sus ciudadanos sobre la necesidad de una coexistencia pacífica con sus comunidades de acogida, con el fin de fortalecer aún más la relación pacífica entre los pueblos de ambos países.
Esto significa que la relación entre Níger y Nigeria, arraigada en lazos centenarios, se mantiene firme. Mientras los ciudadanos siguen fomentando la paz mediante el entendimiento mutuo y los valores compartidos, sus historias iluminan un camino hacia la reconciliación y la unidad duraderas. A pesar de las disputas diplomáticas y la incertidumbre política, los ciudadanos de Nigeria y Níger siguen siendo un ejemplo de coexistencia pacífica a través de las fronteras.