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Desde el jueves 25 de octubre,la capital de Níger acoge un cónclave al que asisten los Jefes de Estado Mayor de los países miembros del G5 Sahel. El objetivo es estudiar los aspectos prácticos del traslado del puesto de mando de teatro de operaciones de la fuerza conjunta G5-Sahel de Sévaré, en el centro de Malí, a la capital, Bamako.
La reunión de Niamey, que comenzó el jueves, es el resultado de una decisión de los Jefes de Estado de los países miembros del G5 Sahel. El ataque mortal contra el puesto de mando de la fuerza conjunta G5-Sahel en Sévaré (centro de Malí) ha sido el motivo de esta decisión, explica el general Ahmed Mohamed, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas nigerianas. Según él, se trataba de « un objetivo de alto valor añadido, esencial para el planeamiento y la conducción de las operaciones ».
Las discusiones que tienen lugar en Niamey consistirán por tanto en «definir las modalidades prácticas de esta transferencia para que la fuerza pueda alcanzar cuanto antes su plena capacidad operativa y reanudar un ritmo operacional que le permita conservar la iniciativa y ganar la partida al enemigo», declaró Ahmed Mohamed a sus colegas de los países miembros del G5-Sahel.
Creada en noviembre de 2015 por los jefes de Estado del G5-Sahel, la fuerza conjunta es una fuerza militar antiterrorista compuesta por 5.000 soldados de los países miembros Níger, Mali, Mauritania, Burkina Faso y Chad.