Tras la muerte del líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi), Abdelmalek Droukdal, tres figuras dominan más que nunca la escena yihadista en el Sahel: Iyad Ag Ghaly y Amadou Koufa por parte de Al Qaeda, y Adnan Abou Walid Sahraoui por el Estado Islámico.
Afriquinfos
En el Sahel central (Malí, Burkina Faso, Níger), la nebulosa yihadista más o menos unida en la década de 2000 se dividió en dos movimientos en los años posteriores a la crisis de 2012 en Malí: uno afiliado a Al Qaeda, el otro al EI.
En el centro histórico de una crisis que ha dejado miles de muertos y cientos de miles de desplazados, Malí hizo a principios de año una oferta de diálogo a Iyad Ag Ghaly y Amadou Koufa, a través de su presidente Ibrahim Boubacar Keïta. Hasta la fecha, no se ha logrado ningún resultado tangible.
Iyad Ag Ghaly, líder tuareg
En 2017, varios grupos unieron sus fuerzas bajo la bandera del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM, o JNIM en árabe): Ansar Dine (creado en 2012 por Iyad Ag Ghaly), la katiba Macina (creada por Amadou Koufa en 2015) y Aqmi (liderada por el argelino Droukdal hasta su muerte el miércoles en Mali bajo fuego del ejército francés).
El GSIM está dirigido por Iyad Ag Ghaly. Miembro de la tribu tuareg Ifoghas de Kidal, en el norte de Malí, es una figura clave en el Sahel desde hace varias décadas: primero lideró una rebelión tuareg en los años 90, luego se retiró para dedicarse a los negocios antes de volver a la primera línea en 2012.
Fue entonces cuando esta carismática figura creó Ansar Dine, un grupo yihadista que inicialmente colaboró con el movimiento rebelde independentista MNLA para hacerse con el control de amplias franjas del norte de Malí.
Pero pronto desbancó al MNLA y se estableció como uno de los principales actores del conflicto en el norte del país. Varias ciudades permanecieron bajo dominio yihadista hasta la intervención militar francesa en 2013.
A la cabeza del GSIM, Ag Ghaly es, tras la muerte de Droukdal, «el único representante en el Sahel del líder supremo de Al Qaeda, Ayman Zawahiri», declaró a la AFP el historiador Jean-Pierre Filiu.
Amadou Koufa, predicador fulani
Dentro del GSIM, el predicador fulani Amadou Koufa está ciertamente «subordinado» a Ag Ghaly, según el señor Filiu, pero ha seguido creciendo en importancia desde la creación de su katiba Macina en 2015.
Capitalizando los viejos antagonismos ligados a la tierra fértil pero disputada, entre pastores y agricultores, entre grupos étnicos e incluso dentro de estas comunidades, Koufa ha reclutado a muchas personas en el centro de Malí en los últimos años.
Inicialmente marginal, el conflicto del centro de Malí no ha dejado de crecer hasta convertirse en uno de los puntos neurálgicos de la crisis saheliana. Los ataques yihadistas e intercomunitarios son ahora incesantes.
El viernes, 26 personas murieron en un ataque contra una aldea fulani. Una asociación local culpa al ejército maliense. El ministro de Defensa dijo que no podía «ni confirmar ni desmentir nada» y prometió investigar.
Sahraoui y el EI, enemigo número 1 de Francia
Fue también en 2012-2013 cuando saltó a la palestra otro yihadista, Adnan Abou Walid Sahraoui, ahora líder del grupo afiliado al EI en el Sahel y designado en enero «enemigo prioritario» de Francia en la región.
Por aquel entonces, Sahraoui, antiguo miembro del Frente Polisario, que milita por la independencia del Sáhara Occidental, era uno de los líderes del Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (Mujao, otro de los grupos yihadistas que se hizo con el control del norte de Malí en 2012). En mayo de 2015, se separó y prometió lealtad al EI.
Su grupo, que desde entonces se autodenomina Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), aparece en la propaganda del EI desde mediados de 2018 como una rama del Estado Islámico en África Occidental (Iswap), aunque no se puede establecer claramente ningún vínculo operativo entre los yihadistas de Iswap presentes en Nigeria y los combatientes de Sahraoui.
El grupo de Sahraoui es muy activo en la llamada región de las «tres fronteras» entre Mali, Burkina Faso y Níger, donde estuvo al frente de varios ataques contra campamentos militares a finales de 2019 y principios de 2020, y recientemente ha entrado en competencia con el GSIM.
En un hecho sin precedentes en el centro de Mali, los dos movimientos yihadistas se han enfrentado directamente en varias ocasiones desde principios de año.