¿Por qué Bamako pide la retirada de la Minusma?

¿Por qué Bamako pide la retirada de la Minusma?

El 17 de junio de 2023, un portavoz de los golpistas de Bamako pidió oficialmente la retirada total de la Minusma de Malí. Todo ello en vísperas de un referéndum pseudoconstitucional.

De hecho, como en todas las repúblicas bananeras que se precien, los militares golpistas de Bamako se han inventado una Constitución sin el consentimiento de nadie, como dicta la dictadura, y quieren hacerla refrendar mediante un pseudoreferéndum rechazado por la inmensa mayoría de la población, a pesar de que la junta controla poco más o menos el 30% del territorio heredado de las fronteras coloniales.

No se tolera la oposición, el diálogo ni la prensa libre. Los jóvenes y los no tan jóvenes llevan décadas huyendo a Occidente arriesgando sus vidas a través de canales clandestinos. Las infraestructuras son ruinosas o inexistentes. Al ciudadano medio sólo le queda callar, taparse los oídos y cerrar los ojos, y llorar a sus muertos. Algunos dirían que este es el sello distintivo de toda dictadura militar de pacotilla que ha usurpado el poder por la fuerza y por medios inconstitucionales.

Además, 3/4 partes de Malí están asoladas por el subdesarrollo y la malnutrición, la falta de instituciones reales, el pillaje, la corrupción endémica y el chantaje de los funcionarios de ojos vidriosos y, sobre todo, de los Famas, el destartalado ejército conspirador maliense, instigador y producto de una decena de golpes de Estado repetidos.

Peor aún, el pseudo-Estado no hace nada contra el falso yihadismo importado que campa a sus anchas donde quiere, como quiere y cuando quiere, en detrimento de las poblaciones masacradas tanto por esos falsos yihadistas a las órdenes de Argel que creen estar en una wilaya argelina como por los crímenes contra la humanidad cometidos por las Famas y, hoy, apoyados por la milicia cómplice rusa Wagner.

En este contexto de violaciones sistemáticas de los derechos humanos más elementales por parte de los mismos que debían proteger a la población pero que son tan deficientes como todos los actores de todos los sectores políticos, económicos, sociales y de seguridad, un contexto caracterizado también por la impunidad total que reina desde hace más de medio siglo, ¿creen que Bamako es creíble cuando grita de odio o cuando presenta a toda prisa una constitución, un referéndum y otros engaños y maquinaciones cosidos con hilo blanco?

Así, en vísperas de un improbable referéndum escenificado por actores mediocres en medio de un sinfín de sufrimientos y tragedias, fuera de todo marco legal, un portavoz de Bamako pide pública y oficialmente la retirada de la Minusma, la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU y, por tanto, de la comunidad internacional, creada el 25 de abril de 2013 por la Resolución 2100 del Consejo de Seguridad de la ONU. Tomó el relevo de la Misión Internacional de Apoyo a Mali (MISMA), liderada por África, el 1 de julio de 2013.

La Minusma, misión multidimensional, como su nombre indica, está autorizada a tomar todas las medidas necesarias para cumplir su mandato, que consiste en trabajar para estabilizar la situación en los principales centros de población y contribuir al restablecimiento de la autoridad del Estado en todo el país, aplicar la hoja de ruta para la transición, incluido el diálogo nacional y el proceso electoral, proteger a la población civil y al personal de las Naciones Unidas, trabajar en la promoción y defensa de los derechos humanos, apoyar la acción humanitaria, apoyar la salvaguarda del patrimonio cultural y actuar en favor de la justicia nacional e internacional.

Sin embargo, Bamako ya había dispuesto la salida de varios contingentes de la Minusma desde el inicio de su mandato.

La rana y el buey

¿Qué motiva semejante agenda, que puede parecer improvisada? Hay dos posibles respuestas.

La primera es eliminar al último testigo que queda sobre el terreno de los crímenes de guerra cometidos por los Famas y Wagner. Sobre todo cuando acaba de publicarse un informe de la ONU que condena al ejército títere maliense por la masacre de más de 500 civiles en Moura en 2022. Las dictaduras bananeras, ya sea en Malí, en Argelia o en cualquier otro lugar, no toleran la presencia de testigos vigilantes encargados de hacer respetar el derecho internacional. No conviene a los aventureros y coroneles sin ley en el poder en Bamako. Extraño paralelismo de formas -mafiosas- entre Bamako y Argel.

Lo que quieren los coroneles golpistas es un auténtico apagón, es decir, una oscuridad total que, según ellos, les impida detectar las incursiones criminales contra la población, su verdadero enemigo. Así pues, si se está preparando un genocidio, lo que es muy probable y ya está en curso desde hace decenios, en Azawad y en la Macina, los golpistas de Famas no pueden tolerar la presencia de la Minusma, testigo vigilante susceptible, llegado el caso, de consolidar las pruebas y reunir los elementos materiales, intencionales y jurídicos constitutivos de un voluminoso expediente irrefutable que incrimine a los culpables impunes ante los tribunales internacionales.

En segundo lugar, hay que añadir a estos elementos de comprensión de un rechazo tan brutal de la Minusma, el hecho de que Bamako acaba de recibir material militar, pequeños 4×4 chinos (¿son fiables?), aviones rusos y otros varios. Como un advenedizo que acaba de comprarse -¿con qué medios económicos? – una limusina de lujo y se hincha de orgullo. El advenedizo, o nuevo rico, como la rana, quiere ser más grande que el buey.

Todo esto hace pensar que la exigencia de retirada de la Minusma de Malí es una auténtica declaración de guerra contra los pueblos de Azawad y Macina, pero no la única. ¿Se trata del espectro de una guerra librada en solitario, entre cuatro paredes? Desde luego que no. Estamos en el siglo XXI, las paredes tienen oídos y los teléfonos móviles vía satélite hablan.

Quizá la visita a Moscú del pseudo presidente argelino, supuestamente elegido por el 5% del electorado de Argel y representante de la junta militar de Taggarin (el equivalente de Kati), permita ultimar los preparativos de un genocidio más coordinado de lo que se predijo hace más de mil colinas. Malí, Argelia, Ruanda. Extraño parralelismo de formas.