Norte de Malí: los actores de la conflagración

Norte de Malí: los actores de la conflagración

El norte de Malí ha sido recientemente escenario de intensos enfrentamientos entre grupos armados y fuerzas regulares. Cinco preguntas para entender la situación.

¿Qué ocurrió en Tinzaouatene?

El pasado 27 de julio, cerca de Tinzaouatene, en la frontera entre Malí y Argelia, el ejército maliense se enfrentó a una alianza de grupos armados separatistas principalmente tuaregs (CSP-DPA), aliados para la ocasión con terroristas del Groupe de soutien à l’islam et aux musulmans (GSIM), afiliado a Al Qaeda. Los rebeldes se impusieron gracias a una «tormenta de arena», que al parecer impidió la movilización de medios aéreos.

El ejército maliense reconoció «un número importante» de muertos en sus filas, mientras que los separatistas se felicitaron por «una victoria contundente».

«La unidad de las FAMa (Fuerzas Armadas de Malí) se vio rodeada por la coalición de fuerzas terroristas del Sahel y se desencadenaron encarnizados combates antes de que llegaran los refuerzos. La valentía y la determinación ejemplar de nuestros soldados no pudieron evitar un gran número de bajas y pérdidas materiales», subrayó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en un comunicado difundido por la televisión nacional maliense, sin dar cifras.

¿Cuál es la situación en el norte de Malí?

El ejército maliense lanzó una vasta operación de reconquista del norte del país en el primer trimestre de 2023. Los grupos armados separatistas perdieron el control de varias ciudades del norte. Kidal, bastión de las reivindicaciones separatistas y gran problema de soberanía para el Estado central, fue reconquistada por el ejército.

Las fuerzas rusas del grupo Wagner contribuyeron a esta operación, en un contexto de denuncias de abusos contra la población civil. Las autoridades siempre lo han negado.

Además de los rebeldes independentistas, Mali también ha sido presa de los ataques de grupos terroristas afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico en particular desde 2012.

Desde 2022, el gobierno militar de transición dirigido por el coronel Assimi Goïta ha roto con Francia, Naciones Unidas y sus socios europeos. Se ha vuelto hacia Rusia, con la que ha forjado una asociación militar.

Mientras muchos países cierran sus puertas a Malí, Turquía refuerza sus lazos con Bamako.

 ¿Qué está en juego?

Kidal, bastión del norte de Malí, es visto por el ejército como un símbolo de desafío a las autoridades centrales de Bamako. Estratégicamente, es una encrucijada en la que confluyen la frontera argelina (a 1.500 kilómetros), las grandes ciudades del norte de Malí como Gao y Tombuctú (separadas por unos 100 kilómetros) y la frontera con Níger.

El control de Kidal representa un paso decisivo hacia la reconquista total de la integridad territorial de Malí.

¿Quiénes son los rebeldes?

La rebelión iniciada por las tribus tuareg lleva produciéndose en el norte de Mali desde 2012. Este pueblo nómada se ha sublevado para exigir la independencia del norte de Malí. Se trata de un territorio de 822.000 km2 que los separatistas denominan Azawad. De ahí el nacimiento de multitud de movimientos rebeldes que se reclaman de Azawad.

Para el investigador Seidick Abba, especialista en el Sahel, existen dos grupos opuestos a las autoridades malienses. Los firmantes del acuerdo de Argel, con grupos armados como el MNLA (Mouvement national pour la libération de l’Azawad) y el HCUA (Haut conseil pour l’unité de l’Azawad), que se han unido para crear la CMA (Coordination des mouvements de l’Azawad), plataforma que incluye también una rama del Mouvement arabe de l’Azawad y una tendencia del GATIA (Groupe d’autodéfense Imghad et Alliés).

También hay grupos que no han firmado el acuerdo, a pesar de su participación en la rebelión. Estos grupos sólo tienen reivindicaciones políticas. En esta categoría se incluye el MSA, Mouvement pour le Salut de l’Azawad (Movimiento para la Salvación del Azawad) dirigido por Moussa Ag Daoussahak.

El secretario general del MSA es también miembro del Consejo Nacional de Transición (parlamento provisional).

Los movimientos armados han unido sus fuerzas para crear una coalición denominada Cadre Stratégique Permanent pour la Paix, la Sécurité et le Développement (CSP-PSD).

Además de estos grupos armados, otros grupos terroristas intentan establecer un modelo de sociedad en el norte de Malí.

Dos grupos importantes son el Groupe de Soutien à l’Islam et aux Musulmans (GSIM), aliado de Al Qaeda, y el Etat Islamique au Grand Sahara (EIGS).

La agenda de estos grupos terroristas contrasta con los intereses de los grupos rebeldes. La coexistencia es difícil. En 2012, tras ayudar a los combatientes del Azawad a conquistar ciudades en el norte de Malí, los terroristas se afianzaron antes de ser desalojados en 2014 por las fuerzas francesas de la misión Serval.

Hoy, rebeldes y terroristas forman una coalición oportunista para combatir al ejército maliense en Tinzaouatene.

¿Podría estar implicada Ucrania?

El sábado 27 de julio, un convoy del ejército maliense y de asesores militares rusos del grupo Wagner fue emboscado por rebeldes del Marco Estratégico para la Defensa del Pueblo del Azawad (CSP-DPA), cerca de Tin Zaouatine, cerca de la frontera argelina.

Congratulándose del giro de los acontecimientos, Andriy Yusov, portavoz del servicio de inteligencia militar ucraniano, reconoció la implicación de Ucrania en el «cobarde ataque», en un intento de debilitar a Rusia, su enemigo del momento. Esta admisión provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Mali y Ucrania.

Los riesgos de que el conflicto ruso-ucraniano se traslade a Malí son elevados, al igual que la internacionalización de la crisis maliense, ya que Ucrania cuenta con el apoyo incondicional de la OTAN.