Así lo informa el portal de información "Atlas News", que cita un comunicado de la Alianza del Sahel
Miles de civiles de la ciudad de Tinzaouten, en el norte de Malí, huyen por millares de la ciudad tras los bombardeos llevados a cabo en las últimas horas por las Fuerzas Armadas de Malí (Fama) apoyadas por la aviación de Burkina Faso. Así lo informa el portal de información «Atlas News», que cita un comunicado de la Alianza del Sahel (Aes) según el cual las fuerzas armadas burkinesas prestan apoyo aéreo a Bamako mediante drones Bayraktar TB2, de fabricación turca. Según las mismas fuentes, la aviación maliense, en colaboración con las fuerzas burkinesas, llevó a cabo al menos cinco ataques aéreos contra infraestructuras civiles cerca del municipio de Tinzaouten, pocos días después de que el ejército maliense y los mercenarios rusos del antiguo grupo Wagner sufrieran un devastador ataque a manos de los rebeldes tuaregs y en la misma localidad. «Tolerancia cero en Tinzaouten; los terroristas pagan en metálico su arrogancia: ¡la aviación maliense les golpea directamente en el corazón!», reza el comunicado. Sin embargo, según fuentes locales, fueron alcanzados el campo de refugiados de Ekhariban, la mina de oro de Inatiyara y un mercado frecuentado por trabajadores chadianos, nigerianos y sudaneses. al menos 40 personas murieron en el asalto, que provocó el éxodo del resto de la población civil. Sin embargo, la información aún no ha sido confirmada oficialmente.
En respuesta al asalto, Attaye Ag Mohamed, portavoz del Marco Estratégico Permanente para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo (CSP-PSD) -la coalición de combatientes tuareg de Azawad- declaró: «Las juntas de Burkina Faso y Níger, en busca de falsa gloria, asumen la responsabilidad de la matanza contra los mineros de oro civiles, principalmente de Níger, Chad y Sudán. En su lacónico comunicado de prensa, no tienen ningún problema en considerar a los civiles carbonizados como objetivos específicos de alto valor. Las fuerzas CSP-PSD, gracias a Dios, no fueron alcanzadas ni siquiera con un simple rasguño. La resistencia es azawadiana y nuestra lucha sigue siendo la única esperanza para todos los ciudadanos de los Estados sometidos a dictaduras militares en estos tres países.» El ataque no es el primero que llevan a cabo las fuerzas armadas malienses en un intento de atacar a militantes tuaregs e islámicos. En 2022, en la aldea de Moura, el ejército maliense, en colaboración con mercenarios rusos, emprendió un asalto de cinco días contra la aldea para expulsar a los militantes islámicos. Al final del ataque, al menos 300 civiles habían muerto.
Al menos 50 mercenarios rusos del grupo Wagner y diez soldados de las Fuerzas Armadas de Malí (Fama) murieron a manos de rebeldes tuaregs en la batalla que tuvo lugar la semana pasada en Tinzaouaten, ciudad de Malí situada en la frontera con Argelia. Así lo afirma la web «Site Intelligence Group», que vigila las actividades yihadistas, que cita un comunicado del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (Jnim), afiliado a Al Qaeda, según el cual los milicianos lograron «atrapar a un convoy del ejército maliense y a mercenarios de Wagner en una compleja emboscada» al sur de Tinzaouaten. La emboscada se produjo el mismo día en que la coalición rebelde tuareg conocida como Marco Estratégico Permanente para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo (CSP-PSD) afirmó haber matado y herido a decenas de soldados malienses y mercenarios de Wagner durante los combates en la ciudad fronteriza de Tinzaouaten.
El grupo mercenario ruso Wagner admitió el lunes que sus combatientes y soldados malienses sufrieron pérdidas en los intensos combates contra los rebeldes tuareg cerca de la frontera entre Malí y Argelia. En un comunicado poco habitual, Wagner dijo que sus fuerzas lucharon junto a soldados malienses del 22 al 27 de julio cerca de Tinzaouaten, dirigidos por el general Sergey Shevchenko, apodado «Pond», que murió en los combates. «El primer día, el ‘grupo Pond’ aniquiló a la mayoría de los islamistas y puso en fuga al resto. Sin embargo, una tormenta de arena posterior permitió a los radicales reagruparse y aumentar su número a 1.000 personas», dijo Wagner en su mensaje publicado en Telegram, añadiendo que sus combatientes volvieron a repeler un ataque, pero que bajo el fuego masivo de los rebeldes hubo bajas entre sus hombres y el ejército maliense.
Anteriormente, un ex comandante anónimo del 13º Grupo de Asalto que escribe con el apodo de «Rusich» había escrito en Telegram que había «más de 80» mercenarios rusos del grupo de Wagner muertos en los últimos días en Malí en la batalla de Tinzaouaten , cerca de la frontera con Argelia, tras ser atacados, junto con los soldados del ejército de Bamako, por rebeldes tuaregs y yihadistas afiliados a Al Qaeda. Lo revela en Telegram. El 13º Grupo de Asalto del grupo Wagner, cuyo mando «Rusich» afirma haber tenido que abandonar por «circunstancias» no especificadas, habría sido el protagonista de la derrota en Tinzaouaten. «Por el momento, según mis informaciones, más de 80 hombres han muerto en la operación. Más de 15 fueron hechos prisioneros. Me refiero a nuestros camaradas rusos, soldados que representan los intereses de Rusia», escribe «Rusich», pidiendo en su mensaje «ayuda al Ministerio de Defensa y al Gobierno» de Moscú. «Estoy dispuesto -añade- a ponerme a disposición de forma totalmente gratuita, junto con todas las personas que estén dispuestas a seguirme, para salvar a los muchachos. Estoy dispuesto a reunir a todas las personas que quieran volar hasta allí gratuitamente, sin pagar ningún seguro. Alquilaré un chárter y, junto con estas personas, volaré a Mali para ayudar a nuestros chicos».
La noticia de la batalla fue comunicada inicialmente en un comunicado por el portavoz de la coalición de separatistas tuareg Marco Estratégico para la Defensa del Pueblo del Azawad (Csp-Dpa), Mohamed Elmaouloud Ramadane, quien habló de «dos días de batalla» cerca del pueblo de Tinzaouaten, en la región de Kidal, que terminaron con la huida de toda una columna de soldados del ejército maliense y mercenarios rusos. No se indica el número exacto de muertos, pero la derrota parece confirmarse por la información filtrada en las últimas horas por canales rusos en Telegram, según la cual los rebeldes tuaregs también derribaron un helicóptero utilizado por cazas rusos. Según el canal «RVvoenkor», en la batalla con los islamistas también murió Nikita, conocido como «Bely» (el Blanco), voluntario de las fuerzas especiales y de la compañía mercenaria Wagner, así como autor del blog «Zona Gris», que tenía 29 años. El joven había trabajado como corresponsal de guerra en Siria y, tras la invasión rusa de Ucrania, se presentó voluntario en el Distrito Militar del Norte y combatió en algunas unidades de las fuerzas especiales, entre ellas la brigada XNUMXth. «Con la ayuda de su canal de Telegram -escribe «RVvoenkor»- Nikita ayudó mucho a los chicos (en el frente, ed.) a comprar el equipo necesario». Recientemente trabajó en Siria y África, donde también, escribe «RVvoenkor», «defendió los intereses de Rusia. Era un auténtico guerrero ruso, abnegado, y murió heroicamente en un combate contra terroristas que tendieron una emboscada a un convoy de la empresa militar privada «Wagner» y a tropas gubernamentales de Mali».
La zona del norte de Malí fronteriza con Argelia es escenario desde hace días de intensos combates. Esta semana, el ejército de Bamako anunció que había tomado el control de la ciudad de Inafarak, a sólo diez kilómetros de la frontera. Un comunicado de las Fuerzas Armadas de Malí (Fama) define la ciudad como un «cruce comercial muy importante», objeto de «tráficos» y utilizada por la «coalición mafiosa de grupos armados, autores de abusos y chantajes contra poblaciones pacíficas», en referencia a los yihadistas del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (Jnim), afiliados a Al Qaeda, y los rebeldes tuaregs de la coalición CSP-Dpa, firmantes del acuerdo de paz de 2015 roto después por Bamako. En noviembre pasado, el ejército maliense y sus aliados rusos liderados por el grupo Wagner habían repelido a los rebeldes de la CSP de su bastión de Kidal. Su llegada, ocho meses después, a Inafarak -situada a más de 120 kilómetros al norte de Tessalit, en la frontera con Argelia- constituyó una cierta demostración de fuerza y un duro golpe para los rebeldes, cuyos combatientes se han replegado en gran parte hacia la frontera argelina. La derrota en Tinzaouaten parece marcar ahora un giro en la evolución del conflicto.