Los grupos armados de la región del Sahel saquean los arsenales nacionales

Los grupos armados de la región del Sahel saquean los arsenales nacionales

Un fascinante informe de la organización británica Conflict Armament Research (CAR) muestra que los grupos armados del Sahel, hasta ahora abastecidos en gran medida a través de Libia, se abastecen cada vez más de material militar procedente de arsenales nacionales. El hallazgo de ciertas armas podría indicar también la existencia de vínculos entre los grupos armados de África Occidental y el Estado Islámico en Siria.

Thalia Bayle
MondAfrique

Descrita desde la caída de Gadafi en 2011 como «un mercado de armas al aire libre», Libia ya no es la única fuente de armas para los numerosos grupos armados que operan en el Sahel. Según un informe extremadamente detallado de la organización británica CAR, los flujos de armas procedentes de arsenales libios o desviadas por grupos armados libios están disminuyendo, mientras que los arsenales militares nacionales, en particular de Malí y Costa de Marfil, abastecen cada vez más a los grupos de la subregión.

Según el informe, este cambio «es en parte el resultado del establecimiento de la seguridad a lo largo de las fronteras y de la interceptación de convoyes por fuerzas nacionales e internacionales» y «refleja (…) el aumento de la demanda libia, en particular en las regiones del sur del país».

Mali: saqueo de las reservas nacionales

En Malí, según el informe, «grupos armados separatistas e islamistas han tomado el control de grandes reservas de material en poder de las fuerzas de seguridad malienses, al igual que ocuparon ciudades y pueblos del norte en 2012″. El MNLA, por su parte, también se apoderó de una parte importante de las reservas de material de las FAMA, almacenadas en el cuartel general de la 7ª región militar de Kidal en mayo de 2014.»

Del mismo modo, «los movimientos armados malienses han utilizado una proporción cada vez mayor de armas pesadas obtenidas de las existencias del gobierno de Malí -en particular municiones diseñadas para sistemas de armas pesadas, como cohetes y municiones de artillería-, favoreciendo los equipos recuperados localmente frente a los transportados desde fuentes libias o extranjeras. Este material incluye armas ligeras, pero también munición de aviación importada legalmente por el Estado maliense para luchar contra las insurgencias tuareg e islamista, parte de la cual fue recuperada posteriormente de alijos de armas instalados por grupos armados antigubernamentales en el norte de Malí a finales de 2014 y principios de 2015.»

Según el informe, el uso de proyectiles de artillería y cohetes en los ataques contra las fuerzas internacionales en el norte del país es un buen indicador de la creciente participación de las reservas nacionales de armas en el suministro militar de los movimientos armados que operan en la zona.

De la muestra total examinada por CAR, «la proporción de cohetes que probablemente (y en algunos casos con certeza) proceden de las reservas del Estado maliense nunca es inferior al 20%». «Sin embargo, esta cifra aumenta con el tiempo, superando el 60% en 2015 y alcanzando el 100% en los tres primeros meses de 2016».

Tráfico desde Costa de Marfil

De forma más inesperada, el informe destaca la presencia de armas procedentes de arsenales marfileños diseminados por la región hasta la República Centroafricana. Este hallazgo se basa en el descubrimiento de fusiles de asalto 56-2 fabricados en China, probablemente del mismo lote exportado originalmente de forma legal por Pekín en 2004.

«La RCA inventarió un pequeño número de fusiles pertenecientes a esta gama en Malí, pero un número mayor en la República Centroafricana. En este último caso, estos fusiles representan el 20 % de todos los fusiles ilícitos de tipo AK que la RCA inventarió en el país entre 2014 y 2015 y más del 35 % de los fusiles ilícitos de tipo 56-2. Se trata de una proporción significativa, dado que el fusil tipo 52-6 es una de las armas de servicio de las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA). La RCA también ha confirmado que otros dos fusiles (…) fueron incautados a combatientes identificados como afiliados a Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) cerca de la frontera entre Níger y Libia, en septiembre de 2011 y agosto de 2013. (…) Las fuerzas internacionales en Mali incautaron un fusil de esta muestra a civiles que viajaban entre la frontera de Burkina Faso y la región de Gao en mayo de 2015, lo que podría sugerir que los traficantes lo habían pasado de contrabando desde Costa de Marfil a Burkina Faso».

Correspondencia con el Estado Islámico

Otro descubrimiento revelado por el informe de CAR es que, desde mediados de 2015, los grupos terroristas que han perpetrado atentados en el Sahel (en Malí, Burkina Faso y Costa de Marfil) han utilizado armas de pequeño calibre como fusiles de asalto modelo 56-1 que exhiben números pertenecientes a la misma serie «560» identificada en 2015 en Kobane (Siria) tras la incautación de un arsenal del Estado Islámico (EI) por las fuerzas kurdas del YPG (la rama del partido kurdo PKK en Siria).

Así, «esta correspondencia entre los números de serie sugiere que, en un primer momento, China podría haber transferido todos los fusiles tipo 56-1 utilizados en los atentados (…) a un único usuario final debidamente autorizado, y que los combatientes islamistas responsables de los atentados en África Occidental compartirían al menos una fuente de suministro común con las fuerzas del EI en Siria» concluyen los autores del informe.

Otra hipótesis planteada es que «podría ser que la correlación entre las armas de África Occidental y Siria refleje la movilidad de los combatientes individuales que viajan, por tanto, con sus propias armas. Este punto de vista apoyaría la teoría de que una única célula fue responsable de los recientes atentados de Savaré, Bamako (Malí), Ougadougou (Burkina Faso) y Grand-Bassam (Costa de Marfil). Esta célula podría haberse beneficiado de suministros o conexiones personales con combatientes en Siria, aunque sus atentados fueran reivindicados explícitamente por grupos ostensiblemente aliados de Al Qaeda y no de las fuerzas del EI.»