Baba Ahmed
BAMAKO, Mali (AP) – Las fuerzas francesas han matado a Abdelmalek Droukdel, el líder de la filial de Al Qaeda en el norte de África, anunció la ministra de Defensa francesa a última hora del viernes, en lo que sería una importante victoria para Francia tras años de lucha contra los yihadistas en el Sahel.
No hubo confirmación inmediata de su muerte por parte de Al Qaeda en el Magreb Islámico, conocida como AQMI, que ha ganado millones de dólares secuestrando extranjeros para pedir rescate a lo largo de los años y ha hecho que grandes franjas de África Occidental sean demasiado peligrosas para el acceso de los grupos de ayuda.
La ministra francesa de Defensa, Florence Parly, tuiteó que Droukdel y varios de sus aliados fueron abatidos el miércoles en el norte de Malí por las fuerzas francesas y sus colaboradores. No quedó claro de inmediato cómo los franceses confirmaron su identidad.
La muerte reportada de Droukdel se produce después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, y los líderes del grupo G5 Sahel -Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad- lanzaran un nuevo plan en enero para combatir a los yihadistas en la zona. Francia desplegó 600 soldados adicionales en su fuerza de Barkhane, elevando a 5.100 el número de efectivos allí desplegados.
En un vídeo publicado en marzo por el grupo de vigilancia extremista SITE, Droukdel instó a los gobiernos de la región del Sahel a intentar poner fin a la presencia militar francesa, calificando a las tropas de «ejércitos de ocupación.»
No estaba claro cuánto tiempo llevaba Droukdel en Malí, vecino meridional de Argelia. Durante años se pensó que estaba refugiado en la región de Kabyle, al este de la capital de su Argelia natal, y mucha gente se había preguntado por qué nunca fue capturado por las fuerzas de seguridad argelinas, que habían perfeccionado sus habilidades antiterroristas durante décadas.
En general, se le consideraba el líder simbólico de la rama norteafricana de Al Qaeda, cuyo centro operativo de atentados se trasladó al norte de Malí en la última década. Eso llevó a la invasión militar francesa de la región en 2013, que buscaba contrarrestar los designios extremistas islamistas en el sur de Malí y la capital, Bamako.
Droukdel se labró su reputación como temido líder extremista en Argelia, que a partir de principios de la década de 1990 se vio convulsionada por la violencia en lo que la nación llama ahora la «década negra.» La filial de Al Qaeda de Droukdel había reivindicado la autoría de numerosos atentados suicidas mortales en Argelia, entre ellos el dirigido contra un edificio de las Naciones Unidas en Argel en 2007, destrozado por un vehículo cargado de explosivos.
Droukdel, también conocido por el nombre de guerra Abu Musab Abdul Wadud, transformó el Grupo Salafista para la Llamada y el Combate, conocido como GSPC, en Al Qaeda en el Magreb Islámico, extendiendo el movimiento por la región africana del Sahel bajo el paraguas de la red terrorista mundial.
Más recientemente había estado al mando de todos los grupos de Al Qaeda en el norte de África y el Sahel, incluido el JNIM, que ha reivindicado la autoría de ataques devastadores contra el ejército maliense y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU que tratan de estabilizar el inestable país.
Parly lo identificó como miembro del «comité de gestión» de Al Qaeda. Otras operaciones antiterroristas relacionadas en la región condujeron también a la detención, el 19 de mayo, de Mohamed el Mrabat, importante figura del Estado Islámico en el Gran Sáhara, dijo.
Afirmó que las operaciones asestaron un «duro golpe» a los grupos terroristas de la región que llevan años operando a pesar de la presencia de miles de tropas francesas, de la ONU y de otros países africanos.
El portavoz del AFRICOM, el coronel de la Fuerza Aérea Chris Karns, confirmó el sábado la muerte de Droukdal, tras una evaluación estadounidense.
«Esto es significativo y refleja el compromiso y el tremendo apoyo que están proporcionando los franceses en África Occidental», dijo Karns. «En África, se trata realmente de un esfuerzo internacional y esta operación lo demuestra. Esta misión es una victoria colectiva». El Mando de EE.UU. en África pudo ayudar con inteligencia y apoyo ISR para fijar el objetivo.»