El lunes 15 de agosto, los últimos soldados franceses abandonaron oficialmente Malí. Tal y como se había anunciado, el último convoy de la fuerza Barkhane se dirigió inmediatamente a Níger, su nuevo puerto de origen. En un comunicado de prensa, el Elíseo tomó nota de la partida al tiempo que reafirmaba su compromiso con la región del Sahel.
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En su comunicado, París repasa las circunstancias que le llevaron a decidir retirarse de Mali: «El pasado 17 de febrero, constatando que las condiciones políticas y operativas ya no estaban maduras para seguir comprometida en Mali, Francia decidió, en concertación con sus socios africanos y europeos, redesplegar la operación Barkhane fuera del territorio maliense», se lee.
Este redespliegue es efectivo desde el 15 de agosto. Francia reitera así su compromiso con el Sahel: «Francia sigue comprometida con el Sahel, el golfo de Guinea y la región del lago Chad con todos los socios comprometidos con la estabilidad y la lucha contra el terrorismo». Emmanuel Macron ha elogiado «el éxito de esta maniobra operativa y logística de retirada de Mali, que nuestros ejércitos han llevado a cabo según el calendario previsto, sin cesar su lucha contra los grupos terroristas y aumentando significativamente su contribución a la seguridad de Europa del Este».
Añadió que «esta rearticulación se ha llevado a cabo con total transparencia con las fuerzas armadas malienses y con los socios que trabajan a nuestro lado». El Presidente francés rindió homenaje al compromiso de todos los soldados que, desde hace nueve años, luchan contra los grupos terroristas armados en suelo maliense. Cincuenta y nueve de ellos han pagado el precio de su vida combatiendo al lado de los ejércitos africanos y europeos», declaró.
En Niamey, las autoridades gubernamentales desestimaron de plano las reservas expresadas por la sociedad civil. Para el Primer Ministro, Ouhoumoudou Mamoudou, no se trata de un ataque a la soberanía de Níger: «Laentrada en nuevas asociaciones no cuestiona en absoluto nuestra soberanía sobre el territorionacional». El Parlamento nigerino votó a favor de autorizar la presencia de fuerzas extranjeras (Barkhane y Takuba) en su territorio. La oposición, por su parte, ha denunciado un golpe de fuerza que ignora la Constitución.
En este contexto, el 3 de agosto se lanzó una quincena de organizaciones de la sociedad civil denominada M62, «Union sacrée pour la sauvegarde de la souveraineté et de la dignité du peuple » (Unión sagrada para la salvaguarda de la soberanía y la dignidad del pueblo). Su objetivo es oponerse a la presencia militar francesa en Níger. Para ello, lanzó un llamamiento «a todos los sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, universitarios, hombres de los medios de comunicación, transportistas, agricultores, ganaderos y líderes religiosos» para que se unan a ellos «en ladefensa y salvaguarda de la soberanía y la dignidad del pueblo, peligrosamente amenazadas». Han convocado «una jornada de protesta mediante la organización de una marcha pacífica seguida de un mitin el 17 de agosto de 2022 a partir de las 9 de la mañana en todo el país. Enparticular en todas las principales ciudades de las comunas, departamentos y regiones».