¿Cómo se ha visto afectada la actividad de los mercenarios rusos en África por la muerte del líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, el 23 de agosto de 2023, y la posterior formación de Africa Corps? En esta entrevista, Ladd Serwat, especialista regional en África de ACLED, y Héni Nsaibia, coordinador asociado de análisis para África Occidental, afirman que Rusia ha aprovechado la oportunidad para intensificar su actividad militar, controlar más estrechamente las operaciones mercenarias y ampliar su presencia en el continente.
Ladd Serwat
Especialista regional en África de ACLED
Héni Nsaibia
Coordinador asociado de análisis para África Occidental
ACLED
En el año transcurrido desde la muerte del líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, ¿qué ha cambiado para los mercenarios rusos en el Sahel africano?
Ladd Serwat: Lo más importante que hay que decir es que, incluso después de la muerte de Yevgeny Prigozhin, del Grupo Wagner, la violencia en la que están implicados mercenarios rusos ha aumentado en África. En el cuarto trimestre de 2023, los datos de ACLED muestran que la actividad se duplicó con respecto al trimestre anterior, ya fuera bajo el nombre de Wagner o de cualquiera de sus organizaciones sucesoras como «Africa Corps». En los dos primeros trimestres de 2024 también se produjeron en África más actos de violencia política relacionados con mercenarios rusos que cuando Prigozhin estaba vivo (véase el gráfico siguiente).
Hace un año, los mercenarios rusos de Wagner ya parecían haberse convertido en un actor indispensable en el Sahel, apoyando golpes de Estado, luchando contra yihadistas, defendiendo a dictadores y, en general, tomando el relevo de Francia, la antigua potencia colonial. Luego vino la efímera rebelión del Grupo Wagner contra el gobierno de Rusia en junio de 2023, su fallida marcha sobre Moscú y, el 23 de agosto de 2023, la muerte de su líder Prigozhin y de varios altos cargos del Grupo Wagner en un sospechoso accidente aéreo.
Tras la muerte de Prigozhin, muchos esperaban que Moscú cerrara la empresa militar privada (PMC) y obligara a sus mercenarios a firmar contratos con el ejército ruso o a renunciar. Vimos algo de esta presión en junio de 2023, antes de que Prigozhin y el Grupo Wagner protagonizaran su revuelta y su marcha de un día sobre Moscú. Y mientras que muchos mercenarios de Wagner que luchaban en Ucrania fueron presionados para firmar con el ejército, renunciar o firmar con PMC más pequeñas, el enfoque en África ha sido diferente.
¿De ahí viene el nombre «Africa Corps»? ¿Es el mismo grupo que el Grupo Wagner?
Ladd Serwat: Después de que algunos de los primeros informes oficiales rusos de finales de 2023 designaran a los mercenarios como Africa Corps, los comentaristas internacionales utilizan ahora a menudo este nombre para referirse a los mercenarios rusos en general.
En los países del Sahel, sin embargo, se sigue refiriendo colectivamente al grupo por su antiguo nombre, el Grupo Wagner. En la capital de la República Centroafricana, Bagui, todavía se ve a gente con camisetas de Wagner y refiriéndose a los mercenarios rusos como «el Grupo Wagner». Así que, por ahora, tendemos a referirnos a los mercenarios tanto como el Grupo Wagner como Africa Corps.
Se han producido cambios en los principales líderes y en la dirección de los países, pero eso difiere de un país a otro. También hemos visto nuevos contratos para combatientes bajo una nueva estructura paramilitar, además de dispersar otros contratos a empresas militares privadas mucho más pequeñas en la región. Rusia parece querer evitar que una organización acumule demasiado poder y suponga una amenaza, como ocurrió con el Grupo Wagner bajo Prigozhin.
También se ha producido un cambio en el grado de conexión con Moscú. Hasta junio de 2023, dos meses antes de la muerte de Prigozhin, el presidente ruso Vladimir Putin no admitió haber financiado al Grupo Wagner. Antes de eso, el grupo se había utilizado para crear cierto grado de separación entre Rusia y la acción militar directa. Había una cierta negación: Moscú podía decir que el Grupo Wagner no existía o que no había ningún vínculo directo. Sin embargo, el nuevo Africa Corps se ha convertido en una extensión mucho más directa del Ministerio de Defensa ruso, y Moscú ha admitido haberlo financiado.
Africa Corps también parece estar más centrada en la seguridad y las operaciones militares. Con Prigozhin, el Grupo Wagner era más bien un complejo entramado de empresas vinculadas a Prigozhin que participaban en diversas actividades, como la minería de oro, la madera y el petróleo, además de la seguridad privada y las operaciones militares.
Héni Nsaibia: Africa Corps es como la nueva cara de la implicación del Grupo Wagner en África. Sirve a la estrategia del Estado ruso en África y a su esfuerzo por frenar, controlar y reestructurar el Grupo Wagner desde la muerte de Prigozhin.
Sin embargo, sea lo que sea, la comprensión de la reestructuración del Grupo Wagner o su cambio de nombre a Africa Corps se basa en informes relativamente escasos y recientes. Africa Corps todavía ni siquiera tiene logotipo. Suministran ciertos servicios, asesores, formación, mantenimiento y asistencia operativa. Además, ya no son realmente mercenarios. Como dice Ladd, están más supervisados por el Ministerio de Defensa ruso y la inteligencia militar.
En la práctica, el Grupo Wagner sigue existiendo en espíritu. Los soldados rasos se perciben a sí mismos como el Grupo Wagner; es algo sociológico. Cuando los mercenarios rusos capturaron Kidal, en el norte de Malí, en noviembre de 2023, izaron la bandera de Wagner en la fortaleza. Del mismo modo, los canales de Telegram vinculados a Wagner siguen publicando material y realizando campañas de reclutamiento en nombre de la PMC. Después comenzaron algunos cambios de marca, pero todas estas cosas son diferentes caras del mismo objeto.
¿Qué aspecto tienen estos cambios sobre el terreno, por ejemplo, en Malí?
Héni Nsaibia: Hemos visto más continuidad y evolución que un cambio brusco en Malí, donde los mercenarios rusos son más activos actualmente. La estructura parece seguir siendo la misma, supuestamente bajo el liderazgo de Ivan Maslov, pero ahora parece estar asistido o supervisado por oficiales de la principal organización de inteligencia militar rusa.
Cuando Prigozhin murió, Mali ya estaba en medio de una ofensiva militar para reconquistar el norte del país. Siempre iba a ser muy mortífera, y así resultó. Las Fuerzas Armadas Malienses (FAMa) y los rusos han intensificado su actividad, han atacado a grupos insurgentes y han ejercido una gran violencia contra la población civil. No distinguen mucho entre combatientes y no combatientes. Si ven complicidad por parte de algunos pueblos, utilizan tácticas muy brutales, como destacamos en nuestro informe sobre el grupo en 2023. Esto incluye la decapitación, los fusilamientos sumarios y la quema de las víctimas, incluso cuando aún están vivas. Se trata de un enfoque integrado por el Grupo Wagner. Las FAMa ya lo hacían antes, pero ahora se ha sistematizado.
Los recientes enfrentamientos en la frontera con Argelia han agravado la polarización regional. Burkina Faso apoya a las fuerzas malienses implicadas en los combates, que los rebeldes del Marco Estratégico para la Defensa del Pueblo del Azawad (CSP-DPA) han condenado. Además, el régimen maliense acusa ahora a la potencia regional Argelia de actuar de forma hostil y dar cobijo a los grupos rebeldes. Esta nueva fase del conflicto ha mermado aún más las esperanzas de reconciliación y exacerbado las tensiones políticas. Países como Argelia y Burkina Faso, que han desempeñado un papel decisivo como mediadores en el pasado, se ven ahora implicados más directamente en el conflicto.
¿Por qué Malí se ha vuelto tan violento?
Héni Nsaibia: Mali está en crisis desde 2012. La violencia adquirió proporciones regionales tras la intervención de Francia, la llegada de grupos yihadistas y la extensión de la insurgencia a otros Estados del Sahel. La actual ofensiva maliense y rusa incluye altos niveles de ataques contra civiles contra grupos del norte de Malí como los tuareg, las tribus de habla árabe y los fulani. Las FAMa y el Grupo Wagner se han dedicado al saqueo de minas de oro artesanales; a la incautación de vehículos; y a la detención, interrogatorio y ejecución sumaria de personas que se interponen en su camino. No hay ninguna ambigüedad al respecto: La ofensiva conjunta consiste en expulsar al mayor número posible de personas indeseables.
ACLED ha registrado un aumento del 81% de la violencia en la que están implicados mercenarios rusos en Malí desde la muerte de Prigozhin, en comparación con el año anterior, y un aumento del 65% de las víctimas mortales registradas. Desde que se desplegó en Mali en diciembre de 2021, hemos visto al Grupo Wagner participar en el 34% de las operaciones de las FAMa. Desde entonces, el 60 % de los sucesos violentos en los que participaron las fuerzas de Wagner tuvieron como objetivo a civiles. Estos incidentes se recogieron principalmente en el conjunto de datos a través de las fuentes locales de ACLED. Las operaciones alcanzaron su punto álgido en 2023, cuando más de 1.000 mercenarios rusos estaban destinados en Mali. El conflicto también se ha tecnificado rápidamente con el uso polivalente de drones, pero sobre todo con el creciente uso de explosivos lanzados desde drones por parte de diferentes actores, en particular los mercenarios de Wagner y los insurgentes del grupo Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), afiliado a Al Qaeda.
Las FAMa y el Grupo Wagner también han cometido asesinatos masivos de civiles, torturas, secuestros y saqueos, especialmente de ganado. En una ocasión, decapitaron a cinco personas y colocaron sus cabezas en palos en el centro del pueblo.
Aparte de Malí, ¿qué más ha cambiado en el último año para los mercenarios rusos en África?
Ladd Serwat: Desde que el Grupo Wagner comenzó a operar en el continente africano, ACLED ha realizado un seguimiento de la violencia política vinculada al grupo en siete países: Libia, República Centroafricana, Chad, Malí, Mozambique, Sudán y Mauritania. Además de la violencia política, el Grupo Wagner y otras empresas militares privadas rusas han participado en otras actividades, como campañas de desinformación en la República Democrática del Congo e intervenciones políticas en Madagascar.
Tras la muerte de Progzihin, las empresas militares y de seguridad rusas siguen, por supuesto, implicadas en actos de violencia política en la República Centroafricana y Malí, pero incluso hemos visto algunos sucesos recientes al otro lado de la frontera, en Mauritania. Estados Unidos también llevó a cabo ataques aéreos contra bases de mercenarios rusos en Libia en diciembre de 2023. Las PMC rusas se han desplegado ahora en Burkina Faso y Níger, enviando unos 100 soldados a cada país. Hasta ahora, las operaciones en Burkina Faso y Níger siguen limitándose a algunos servicios de formación y seguridad, sin que se haya registrado violencia política directa.
Los despliegues en Burkina Faso y Níger muestran signos de que las nuevas operaciones de Wagner/Africa Corps pueden estar alejándose de la RCA y dirigiéndose hacia el Sahel, pero la presencia del Grupo Wagner en la RCA siempre ha sido un poco diferente de los otros contextos. Bajo el mandato de Prigozhin, el Grupo Wagner estaba profundamente arraigado en una variedad de empresas comerciales, asesoramiento político, campañas de desinformación e incluso programas de cultura rusa. El traslado del antiguo personal y los contratos de Wagner ha llevado más tiempo en la RCA que en otros lugares, pero eso no significa que Africa Corps haya perdido interés en el país.
Héni Nsaibia: Los despliegues en Burkina Faso y Níger no han tenido ningún impacto en términos de dinámica de conflicto que hayamos visto todavía, pero definitivamente tienen implicaciones políticas. La presencia de tropas rusas en Níger y los acuerdos militares para poner fin al régimen han provocado la retirada de las fuerzas occidentales, mediante la negociación con fuerzas de Estados Unidos y Alemania o la expulsión, en el caso de las francesas.
El presidente Ibrahim Traoré hizo su primera aparición pública con milicianos rusos que llevaban la insignia de BEAR, otra PMC rusa, en Burkina Faso el 25 de julio de 2024. Actuaban como su guardia. BEAR no es exactamente lo mismo que Wagner Group/Africa Corps, pero opera en el mismo tipo de red, ya que está conectada con la inteligencia militar rusa y el Ministerio de Defensa. Un representante de la empresa privada militar BEAR ha formado parte de una delegación oficial rusa, lo que pone de relieve hasta qué punto el Grupo Wagner/Cuerpo África, las empresas privadas militares más pequeñas y las fuerzas rusas están ahora explícitamente vinculadas.
¿Qué tipo de éxito está consiguiendo el Grupo Wagner/Africa Corps para sus patrocinadores africanos?
Héni Nsaibia: Los resultados de esta campaña de contrainsurgencia son desiguales.
En el lado positivo, las fuerzas malienses han regresado con éxito a lugares de los que se habían retirado, como Kidal en el norte, y se han expandido en el centro. Al mismo tiempo, el Grupo Wagner sólo ha tenido un impacto limitado sobre el JNIM, uno de los principales grupos yihadistas. Sus ventajas militares han obligado al JNIM a adoptar una postura más defensiva. Ahora, el JNIM recurre más a la violencia a distancia, es decir, a los atentados suicidas con coches bomba, minas terrestres, artillería o artefactos explosivos improvisados. Sin embargo, en la provincia de Menaka, en el extremo oriental del país, el Grupo Wagner no ha podido rivalizar con los militantes yihadistas del Estado Islámico (EI) del Sahel. Las fuerzas malienses y rusas se han limitado en gran medida a la principal ciudad provincial de Menaka; no se puede decir que eso sea un éxito. Aun así, cuando el IS Sahel atacó Menaka, el Grupo Wagner desempeñó un papel clave en la defensa de la ciudad. Por eso, yo no diría que se están profesionalizando o que realmente tienen éxito. Hay ciclos de auge y caída. Una parte cobra impulso durante un tiempo, pero puede cambiar drásticamente.
En Burkina Faso, los militantes yihadistas están lanzando ofensivas frontales contra las fuerzas del Estado. Sin embargo, esas ofensivas son menos factibles en Malí debido a la presencia de mercenarios del grupo Wagner, que proporcionan importantes capacidades defensivas y equipos militares que disuaden los asaltos terrestres.
Hay quien afirma que el grupo Wagner está ganando la guerra psicológica al cambiar el equilibrio del miedo. Mientras que los grupos yihadistas solían considerarse la principal fuente de temor, ahora la gente tiene más miedo de los mercenarios rusos. Prueba de ello son las deserciones de facciones del JNIM y del IS en las zonas de Douentza y Ansongo, algo que se debe principalmente a la intensificación de la presión ejercida por las operaciones militares del Grupo Wagner.
El enfoque del Grupo Wagner/Africa Corps también crea mucha inestabilidad. Han desplazado a cientos de miles de personas, y su brutalidad repercute en la población civil. Así que sí, el Grupo Wagner/Cuerpos Africanos ha sido capaz de reprimir a los grupos rebeldes y recuperar territorio, pero no ha sido capaz de apoyar al gobierno y llegar a acuerdos políticos que pongan fin de verdad a la violencia. Los mismos grupos rebeldes siguen operando, y siguen siendo una amenaza para el país, en múltiples zonas. Yo esperaría que eso continuara.
Ladd Serwat: En la República Centroafricana, el Grupo Wagner y el ejército -junto con grupos armados aliados- tuvieron un éxito inicial en la supresión de los niveles de violencia llevados a cabo por los rebeldes a finales de 2020 y 2021. También prestó apoyo para recuperar numerosas zonas de manos de diversos grupos armados. Sin embargo, esto aún no ha resuelto por completo la capacidad de los rebeldes para reagruparse y llevar a cabo ofensivas de menor envergadura. Por ejemplo, a finales de 2022 y principios de 2023, la violencia política volvió a aumentar tras una ofensiva rebelde. Como antes, el Grupo Wagner y otros aliados pudieron defender posiciones en todo el país, pero numerosos grupos armados siguen operando en la RCA. En los últimos meses también estamos asistiendo de nuevo a un aumento de la violencia política en la RCA en medio de un incremento de la actividad de los grupos rebeldes. Aunque es demasiado pronto para comprender plenamente la respuesta del Grupo Wagner, esto ejemplifica la limitada capacidad de los mercenarios para pacificar la violencia en el país.
¿Qué diferencias ve en el comportamiento de los mercenarios rusos y los antiguos militares franceses que apoyaban a los regímenes sahelianos?
Héni Nsaibia: Las acciones de las fuerzas francesas y rusas son como la noche y el día. Los franceses se atuvieron a ciertas reglas de enfrentamiento, adquisición de objetivos, verificación y evitación de víctimas civiles en la medida de lo posible. Así lo demuestran nuestros datos. El número de civiles muertos en más de una década de combate francés fue de unos 100 civiles como máximo. Esto es comparable a un solo ataque de Wagner.
Estratégicamente, es complicado. Los franceses tenían muchas más capacidades, pero impidieron que el ejército maliense capturara Kidal, mientras que el Grupo Wagner/Cuerpos Africanos los llevaron hasta allí. Los franceses solían entrometerse en Malí. Utilizaban sus activos en su propio interés y no se implicaban en operaciones terrestres mientras los malienses morían como moscas. El Grupo Wagner, en cambio, está cerca de las tropas locales sobre el terreno.
Los regímenes sahelianos consideran que la presencia del Grupo Wagner es beneficiosa para todos. En Malí, pagan 10 millones de dólares al mes por su protección. Es más de lo que gastan en los presupuestos de los principales ministerios, como los de Justicia, Familia o Medio Ambiente.1
Ladd Serwat: Estoy de acuerdo. Desde la perspectiva de estos regímenes sahelianos, la retirada de los militares franceses y el giro hacia los mercenarios rusos permite una asociación de seguridad más flexible y dispuesta a recuperar el control territorial a toda costa. En las zonas en las que el Grupo Wagner/Cuerpos Africanos ha podido arrebatar el control a otros grupos armados, algunos civiles se han beneficiado de estos cambios de autoridad y mantienen una visión positiva de Rusia. Los grupos armados han ganado poder formando alianzas y recibiendo entrenamiento de mercenarios rusos.
Como mencionó Héni, la violencia dirigida contra civiles y la alienación de las poblaciones locales es preocupante, especialmente en las zonas rurales, dado el alcance de los ataques contra civiles por parte del Grupo Wagner/Cuerpos Africanos contra cualquiera sospechoso de trabajar o colaborar con rebeldes o grupos insurgentes. En la República Centroafricana, las operaciones de los mercenarios rusos en 2024 han sido especialmente peligrosas para la población civil, ya que el número de civiles asesinados por el Grupo Wagner este año ya ha eclipsado el total de 2023 y ha alcanzado niveles de ataques trimestrales contra civiles que no se veían desde principios de 2022.
¿Qué futuro ve para el Grupo Wagner/Africa Corps en África?
Ladd Serwat: La influencia del Grupo Wagner/Africa Corps está aumentando definitivamente, como previmos en nuestro informe 2024 Conflict Watchlist sobre los Estados del Sahel.
Espero que en los próximos seis meses o un año veamos al Grupo Wagner/Cuerpos Africanos entrenando a fuerzas estatales en Níger y Burkina Faso, con la posibilidad de empezar a ejercer la violencia directa. El despliegue actual de 100 tropas desde febrero/marzo de 2024 es bastante pequeño en comparación con los varios miles que hay en RCA y Mali, pero representa la asociación que ha comenzado oficialmente y que puede enviar rápidamente fuerzas adicionales si es necesario.
Héni Nsabia: Exacto, y el caso es que en Níger y Burkina Faso estos regímenes están amenazados, gracias al extremo deterioro de la seguridad en ambos países. Según Vision of Humanity, Burkina Faso tiene la puntuación global más alta en el Índice Global de Terrorismo,2 y el Índice de Conflictos de ACLED muestra que es el segundo país más conflictivo de África Occidental. Es probable que los rusos dejen de desempeñar funciones de asesoramiento y se impliquen más directamente en la violencia y las operaciones militares. En las últimas semanas, hemos asistido a numerosos ataques a gran escala de insurgentes yihadistas contra las fuerzas gubernamentales de estos países. Estos ataques demuestran que ambos regímenes tienen problemas y necesitan ayuda, y como hemos visto en Mali, el Grupo Wagner no teme ensuciarse las manos.
En el artículo de enero de la Lista de Vigilancia de Conflictos de ACLED, hablamos de los indicios de que se está construyendo una base militar para tropas rusas en Burkina Faso. Ambos países están aumentando su capacidad para acoger a estas tropas.
Prigozhin y muchos otros líderes ya no están, pero el nivel de actividad del grupo no ha hecho más que aumentar.
Ladd Serwat: También seguiremos de cerca los acontecimientos fronterizos. Hemos observado algunos desbordamientos preocupantes en los últimos uno o dos años. No sólo se ha producido el avance hacia el norte, hacia la frontera de Malí con Argelia, sino que también se han producido algunos incidentes en la frontera con Chad, donde el Grupo Wagner ha estado equipando a grupos armados de la República Centroafricana y enviándolos a Chad a través de la frontera.
También hemos visto al Grupo Wagner expandirse hacia el oeste, hacia Mauritania. Espero que las zonas fronterizas caigan bajo el control de Wagner/Africa Corps y que su influencia se extienda a esos países. Por lo tanto, los acontecimientos que ya hemos visto a lo largo de la frontera entre la República Centroafricana y Chad probablemente aumentarán. Yo vigilaría la costa de África Occidental. Dado que los países de esta región se enfrentan a la creciente violencia de los grupos yihadistas, es posible que se interesen por las alianzas externas en materia de seguridad. Por ejemplo, Benín ya ha pedido ayuda a Ruanda para combatir la inseguridad en el norte.
A pesar de la muerte de Prigozhin y del cambio de marca de Africa Corps, es probable que la huella de Wagner siga expandiéndose por el continente.
Ladd Serwat y Héni Nsaibia conversaron con Gina Dorso, Coordinadora de Comunicación de ACLED, y Hugh Pope, antiguo Jefe de Asuntos Exteriores.