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Según anunció el pasado viernes el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, el 14 de septiembre se celebrará en Uagadugú, capital de Burkina Faso, una reunión de jefes de Estado africanos. En la reunión en cuestión se abordarán cuestiones de seguridad y se estudiará la posibilidad de formar una amplia coalición más allá de su zona para combatir el terrorismo en el Sahel.
«Hemos acordado celebrar una cumbre extraordinaria de la CEDEAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, 15 países) el 14 de septiembre en Uagadugú para coordinar mejor nuestros esfuerzos y (…) tomar todas las medidas necesarias para intentar combatir el terrorismo», declaró el presidente de Costa de Marfil al término de la cumbre de jefes de Estado de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA).
El presidente marfileño hizo un llamamiento a la «sinergia, porque no basta con limitarse a las fuerzas conjuntas del G5 Sahel (…), sino que todos los países de la CEDEAO, Chad y Camerún deben unirse a nosotros en esta coalición», declaró Oattara.
A pesar de la presencia de la fuerza antiyihadista Barkhane en cinco países del Sahel (Malí, Níger, Burkina Faso, Chad y Mauritania), que moviliza a unos 4.500 efectivos para combatir los atentados, el número de víctimas de estos ataques se cuenta por miles. El despliegue masivo de fuerzas de seguridad no ha impedido la repetición de los atentados, que se han extendido al centro y sur de Malí, así como a los vecinos Burkina Faso y Níger.
Los países del Sahel se derrumbarían «sobre sí mismos» y el «terrorismo» se volvería incontrolable sin el apoyo de la fuerza francesa Barkhane, según declaró el jueves el jefe del Estado Mayor del ejército francés, general François Lecointre.
«Si no estamos allí, si nos vamos mañana, y si no actuamos con los europeos que nos están ayudando a gestionar esta gravísima crisis, estos países se derrumbarán sobre sí mismos, el terrorismo se desarrollará allí de forma incontrolada, y puede acabar extendiéndose a Francia y a Europa, y asistiremos a fenómenos migratorios absolutamente fenomenales», declaró en el canal de noticias CNEWS.
Las intervenciones de la fuerza francesa Barkhane son insuficientes
Zonas enteras de estos países siguen escapando al control de las fuerzas malienses, francesas y de la ONU, que son regularmente blanco de atentados mortales a pesar de un acuerdo de paz con la ex rebelión predominantemente tuareg del norte, que se supone debe aislar definitivamente a los yihadistas.
«Francia no puede resolver en unos meses, ni siquiera en unos años, un problema extendido por un territorio muy vasto, con personas que están en medio de la población, aterrorizándola», subrayó.
Según el General Lecointre, «el problema es mucho más amplio que un simple problema militar. Es un problema sistémico, que implica cuestiones de desarrollo y gobernanza, y que se ve exacerbado por las tensiones interétnicas y la sequía en el Sahel».
La cumbre de la UEMOA «condenó enérgicamente los atentados terroristas recurrentes en Burkina, Malí y Níger», tres países miembros de la organización.
Cabe señalar que las propuestas resultantes de la reunión de Uagadugú deberán presentarse a la próxima Asamblea General de la ONU, a finales de septiembre.