Inseguridad en el Sahel: escuelas cerradas, educación comprometida, niños en peligro

Inseguridad en el Sahel: escuelas cerradas, educación comprometida, niños en peligro

En la región del Sahel, detrás de las operaciones militares, el flujo de refugiados y desplazados, los civiles y soldados heridos o asesinados, se esconde una tragedia que se juega en silencio: la interrupción del ciclo escolar y del sistema educativo en su conjunto. Un fenómeno pernicioso que afecta especialmente a Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria, cuyos niños están pagando un alto precio por la crisis.

Ouestafnews

El impacto de la inseguridad en las escuelas comienza con algunas cifras preocupantes: 1,9 millones de niños están actualmente privados de escuela en África Occidental y Central como consecuencia de la violencia y la inseguridad en las proximidades de los centros escolares. Esta deletérea situación ha provocado el cierre de 9.272 escuelas en África Occidental y Central, de las cuales casi un tercio (3.005 escuelas) se encuentran sólo en Malí, Burkina Faso y Níger.

Estas cifras figuran en un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) titulado «La educación en peligro en África Occidental y Central».

Los autores del informe deploran los «ataques deliberados contra escuelas que se están generalizando en la región, privando a los niños de su derecho a aprender».

Para Charlotte Petri Gornitzka, Directora General Adjunta de UNICEF, esta situación proyecta «una sombra alarmante sobre los niños, las familias y las comunidades de toda la región».

La reducción de las actividades educativas expone «a los niños a diversas formas de violación de sus derechos, como la violencia sexual, el reclutamiento en grupos armados, la explotación económica y los abusos», lamenta Unicef.

En Malí, en las zonas afectadas por la crisis de seguridad, sobre todo en el norte, casi «150.000 niños no pueden ir a la escuela por falta de seguridad», señala el mismo documento.

Desde enero de 2012, Malí se enfrenta a una crisis polifacética que sigue sin resolverse, a pesar de la firma de un acuerdo de paz en Argel entre el gobierno y los antiguos rebeldes independentistas de la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA).

Amnistía Internacional, en su informe titulado «Mali: Violation and abuses as stability spreads», publicado el 22 de septiembre de 2017, afirma que en junio de 2017 se cerraron más de 500 escuelas en regiones donde actúan grupos armados, como Gao, Kidal, Ségou, Mopti y Tombuctú.

Esta situación está llevando a la educación a una «situación de emergencia», con el resultado de que las jóvenes están sometidas a una mayor presión, y los matrimonios precoces van en aumento.

«Ya se sabe que el 50% de las niñas de Malí se casan antes de los 18 años. Así que en una situación de crisis como ésta, algunas familias casarán a sus hijas pensando que así estarán más protegidas», explicó Lucia Elimi, representante de UNICEF en Malí.

Sin embargo, según Oukachata Maiga, subdirector del Centre d’animation pédagogique (Cap) de Gao, la inseguridad no es el único factor que impide la reanudación de las clases en las escuelas cerradas.

«Tenemos poblaciones en movimiento y necesitamos comedores, sin los cuales es difícil abrir», subraya, citado por Voa Afrique.

La inseguridad en la región del Sahel también ha afectado al sistema educativo de Burkina Faso. Según el gobierno burkinés, la amenaza terrorista ha provocado el cierre de 1.933 escuelas y centros de enseñanza posprimaria y secundaria.

Burkina Faso también ha tenido que hacer frente a repetidos atentados terroristas en los últimos tres años, sobre todo en determinadas regiones, como el Sahel, el Norte, el Centro-Norte, el Este y el Centro-Este.

El cierre de sus escuelas ha afectado a «326.152 alumnos» y «9.042 profesores están de baja», según el Ministro de Educación, Alfabetización y Promoción de las Lenguas Nacionales, Stanislas Ouaro.

Para hacer frente a esta falta de seguridad en las escuelas, el gobierno de Burkina Faso ha elaborado «una estrategia de escolarización de los alumnos en las zonas que se enfrentan a problemas de seguridad». El objetivo es intentar recuperar el año escolar y organizar exámenes para algunos alumnos que hayan completado un determinado número de horas, según el ministro de Educación, citado por la Agencia Africana de Prensa (APA).

Nigeria: escuelas destruidas por Boko Haram

En Nigeria, desde 2014 hasta la fecha, 1.500 escuelas han sido destruidas por Boko Haram, según declaraciones realizadas en mayo de 2019 por el ministro nigeriano de Educación, Mallan Adamu Adamu.

Desde 2009, Nigeria se enfrenta a un conflicto entre el ejército nigeriano y el grupo armado Boko Haram en el noreste del país. En esta parte de Nigeria se han registrado más de 1,8 millones de desplazados en los estados de Borno, Adamawa y Yobe, según Médicos Sin Fronteras (MSF).

En abril de 2014, alrededor de 200 chicas de secundaria, de entre 16 y 17 años, fueron secuestradas por Boko Haram en el noreste de Nigeria. Y en 2018 se han registrado al menos 180 nuevos secuestros, «a veces» en escuelas, según cifras oficiales.

Hay más de 500 menores escolarizados, de los que casi la mitad son niñas. De un modo u otro, todos estos niños se han visto afectados por el conflicto entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes armados de la región.

Unos 2.295 profesores han sido asesinados en los últimos nueve años por los insurgentes de Boko Haram en los estados septentrionales de Yobe, Borno y Adamawa, según el ministro de Educación, Mallam Adamu Adamu.