El Sahel y la nueva alianza militar contra el yihadismo

El Sahel y la nueva alianza militar contra el yihadismo

Dirigentes de los Ejércitos de Níger, Mali y Burkina Faso anunciaron una fuerza conjunta para combatir el terrorismo extremista

Fotografía de archivo de soldados del Ejército de Burkina Faso en la carretera de Gorgadji, en el área del Sahel – Luc Gnago/REUTERS

RAÚL REDONDO
Atalayar

Los máximos responsables de los Ejércitos de Níger, Mali y Burkina Faso, protagonistas de diversos golpes de Estado que acabaron con los gobiernos establecidos de cara a instaurar un poder militar, han planteado ahora una alianza para luchar contra el yihadismo, problema muy arraigado en el Sahel, zona muy explosiva e inestable.

Esto supone un cambio importante sobre el pasado, cuando se dependía de otros países para luchar contra el terrorismo yihadista. Ahora estas naciones africanas quieren tomar la iniciativa para combatir este problema y tener una mayor independencia en ese sentido.

Un cambio en la forma en que se dependía de fuerzas externas para enfrentar a los yihadistas. Diversas naciones como Estados Unidos, Francia o España han participado en contingentes en el Sahel y en misiones, por ejemplo, de la Unión Europea, para mantener el orden y evitar la actividad de organizaciones terroristas y criminales en la zona.

Ahora, Níger, Mali y Burkina Faso tienen sus respectivas juntas militares que acaparan el poder absoluto y poseen además una sintonía política entre ellas para mantenerse en el poder, apoyarse mutuamente e imponer su propia planificación en la región.

Región del Sahel – PHOTO/FILE

En este sentido, los comandantes de los Ejércitos de Níger, Mali y Burkina Faso, que forman parte de la coalición del Sahel, anunciaron en Niamey la formación de una “fuerza conjunta” para luchar contra las organizaciones yihadistas que lanzan ataques en los tres países.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Níger, general Musa Salah Bermo, afirmó en un comunicado emitido tras una reunión con sus homólogos en Niamey que “la fuerza conjunta de los miembros de la Coalición de Estados del Sahel comenzará actividad lo antes posible para hacer frente a los desafíos de seguridad en nuestra región”. El general Bermo afirmó: “Estamos convencidos de que mediante los esfuerzos conjuntos de nuestros tres países lograremos crear las condiciones para la seguridad común”.

Paso importante

Estos países gobernados por regímenes militares han dado un paso importante. El consenso es total en toda la región del Sahel central azotada por los ataques terroristas y la actividad criminal de bandas dedicadas a todo tipo de operaciones ilícitas, como el tráfico de personas humanas.

Esta imagen de captura de fotograma de vídeo obtenida por AFP de ORTN – Télé Sahel el 26 de julio de 2023 muestra al coronel mayor Amadou Abdramane (C), portavoz del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP) hablando durante una declaración televisada – PHOTO/ORTN-TÉLÉ SAHEL/AFP

Estos países rompieron relaciones con otros socios como Francia y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) que les apoyaban en esta lucha antiterrorista para formar un acuerdo propio entre ellos mismos y buscar otros aliados.

La nueva alianza revela un cambio en la forma de depender de potencias externas para enfrentar a los yihadistas, y el paso de depender de Francia a apostar por el papel de nuevos actores en la zona como Rusia de cara a la derrota de los extremistas a través del Grupo Wagner, compañía militar privada al servicio del Kremlin que se encarga de ayudar a los ejércitos locales y entrenarlos en actividades de guerrilla, como han señalado diversos analistas y medios de prestigio como Arab News.

Francia tenía una gran ascendencia sobre estos países, que eran tres antiguas colonias francesas y que ahora han cortado lazos de dependencia con París para acercarse a nuevos socios, entre los que destaca Rusia.

Mientras, el país ruso, presidido por Vladimir Putin, está en el punto de mira en los últimos tiempos por su beligerancia llevada al extremo con episodios como la invasión de Ucrania.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente interino de Burkina Faso, Ibrahim Traore, se reúnen después de la cumbre Rusia-África en San Petersburgo, Rusia, el 29 de julio de 2023 – PHOTO/ Alexander Ryumin/TASS Host Photo Agency vía REUTERS

Según el medio Arab News, diversos expertos creen que Rusia supervisará la formación y organización de esta fuerza, lo que legitimará su presencia en esos países y clarificará el papel ruso, que había sido algo oscuro por la supuesta presencia militar del Grupo Wagner en el continente africano.

Tras llevar a cabo los golpes de Estado en estos países, las juntas militares se afianzaron en el poder y han tomado una deriva de búsqueda de mayor independencia política para cortar lazos con socios pasados como la CEDEAO y, sobre todo, Francia, antigua potencia colonial en la zona que tenía gran ascendencia sobre estos países. Todo ello para aproximarse a otras potencias como Rusia, e incluso China, que ha llevado a cabo muchas inversiones orientadas a tener más influencia en el continente africano.

El coronel maliense Assimi Goita – AP/BABA AHMED

Intereses mutuos

Tanto Rusia como China pueden tener importantes oportunidades de negocio en el continente africano, que cuenta con destacados recursos naturales y minerales interesantes para estas naciones que pueden proveer a diversos países africanos con determinados recursos. Kester Kenn Klomegah, investigador de asuntos africanos, señaló en un informe publicado por Modern Policy que “dada la inestabilidad crónica en la mayor parte de África y el gran interés en obtener equipo militar para abordar los crecientes problemas de seguridad, las fuertes condiciones del mercado se han creado para Rusia que le permiten diversificar sus exportaciones de armas hacia África”.

“La falta de fondos suficientes ha llevado a los países africanos pobres a recurrir a un sistema de trueque, comprando armas a cambio de otorgar acceso a depósitos minerales y recursos naturales”, indicó Kenn Klomegah.

Aquí se podría hablar de una relación de conveniencia entre estos países africanos y potencias como China y Rusia. Naciones como Mali, Níger y Burkina Faso obtendrían esta protección y asesoramiento y aprovisionamiento militar en la lucha por mantener la seguridad en la región y el gigante chino y la potencia rusa podrían acceder a importantes acuerdos para hacer negocio con determinados recursos. En el caso de China, además de la seguridad se trataría de una inversión importante en infraestructuras y desarrollo en esta zona del continente necesitada de un impulso en ese sentido.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso también clarificó la cooperación técnico-militar de Rusia con los países africanos que tiene como objetivo principal resolver conflictos regionales, prevenir la propagación de amenazas terroristas y luchar contra el creciente terrorismo en el continente.

Francia retiró fuerzas presentes en estos tres países, antiguas colonias francesas, y el hueco lo están ocupando Rusia y China para extender su influencia diplomática.

Además, Níger, Mali y Burkina faso ya decidieron salirse de la fuerza militar conjunta G5 Sahel, organizada para mantener la seguridad en la región con apoyo de fuerzas internacionales, y, además, tuvieron problemas con la CEDEAO, que criticó duramente el hecho de que se produjesen golpes de Estado en estos países para instaurar gobiernos militares autoritarios. A lo que hay que sumar el descontento popular en estas naciones ante la falta de recursos y la pobreza generalizada.