DEMOCRACIA EN ÁFRICA: el desafío de la alternancia incruenta

DEMOCRACIA EN ÁFRICA: el desafío de la alternancia incruenta

Moussa Bolly

La alternancia está teóricamente en marcha en Níger, donde el presidente Mahamadou Issoufou no está dispuesto a violar la Constitución buscando un 3er mandato. Esta megalomanía ya había expulsado a Mamadou Tandia por la puerta de atrás de la historia política de su país. Para tranquilizar a la clase política y a los socios de su país, oficializó su postura invistiendo a su ministro del Interior, Mohamed Bazoum, como candidato del Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNDS-Tarayya) en las elecciones presidenciales de 2021. Una buena práctica que se aleja de la tradición democrática en África, donde estamos acostumbrados a ver dirigentes dispuestos a todo con tal de aferrarse al poder. Como el Presidente Abdelaziz Bouteflika, al que la calle obligó a dimitir cuando quiso presentarse a su ¡5º mandato de más!

El Presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, acaba de dar una lección de democracia a todos sus colegas jefes de Estado africanos. Tras presentarse a dos mandatos sucesivos, ha decidido respetar la Constitución nigerina sobre limitación de mandatos. De este modo, Mohamed Bazoum, actual ministro del Interior de Níger, juró su cargo el 31 de marzo de 2019 en Niamey como candidato a las elecciones presidenciales de 2021 del gobernante Parti nigérien pour la démocratie et le socialisme (PNDS-Tarayya).

Esta elección, a dos años del final de su mandato, es sabia y juiciosa. Aunque sólo sea para evitar guerras de clanes dentro de su propio partido, que podrían ser un obstáculo no sólo para poner en práctica su visión de la sociedad, sino también para ganar el poder. La suerte ya está echada, y a todo su partido le interesa apoyar a Mohamed Bazoum si quiere conservar las riendas del país.

Mahamadou Issoufou envía también un mensaje claro a toda África, donde los gobernantes temen tanto un cambio de gobierno. Como Abdelaziz Bouteflika, a quien la calle ha impedido presentarse a un 5º mandato cuando ya no es más que una sombra de sí mismo. La claridad del discurso de los manifestantes argelinos no ha dejado al Jefe del Estado y a su entorno otra opción que entregar las riendas del poder.

Es cierto que la dimisión del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, inspirará a los manifestantes de la región (ya es el caso de Mali, donde el imán Mahmoud Dicko ha prometido organizar una reunión todos los viernes hasta que dimita el primer ministro), pero es «poco probable» que tenga un efecto dominó como el de la revolución tunecina de 2011, que dio origen a la «primavera árabe».

En cualquier caso, el respeto de la Constitución es la piedra angular de la consolidación de una democracia. Y como sostenía recientemente Jean-Baptiste Placca (columnista de Radio France Internationale), «es en la capacidad de nuestros dirigentes para saber irse donde, al final, distinguimos a quienes han gobernado para servir de aquellos para quienes el poder no ha sido esencialmente más que un negocio, del que han disfrutado tanto que ya no pueden prescindir de él».

Y añadió: «Ganas unas elecciones para cumplir un mandato. Si tu pueblo te concede un segundo mandato, lo cumples hasta el final, y luego entregas el delantal, sin actuar como si el poder político fuera un bien de familia que no pudieras soportar transmitir a nadie más que a tus propios descendientes». Y el actual Presidente de Níger acaba de distinguirse en este noble camino de la alternancia.

Y al hacerlo ha ahorrado a Níger, un país ya puesto a prueba por la lucha antiterrorista al estar atrapado en las tenazas entre las redes sahelianas y Boko Haram, el tipo de agitación que realmente no necesita hoy. Al investir a su delfín, demuestra una voluntad sincera de preparar al país para una sucesión armoniosa. Siempre, claro está, que las elecciones presidenciales de 2021 se organicen con la mayor transparencia y que no se impida a nadie presentarse (como a Hama Amadou, al que siempre se aparta para dejar el campo libre a Issoufou) por motivos políticos.

A dos años de las elecciones, Mohamed Bazoum tiene tiempo de sobra para dar los últimos retoques a un proyecto social atractivo que refleje las aspiraciones del pueblo nigerino. Esto le da la oportunidad de bajar a las bases para debatir con su gente, escuchar sus preocupaciones, aspiraciones y consejos y traducirlos en una política de desarrollo. Ahí es donde puede marcar la diferencia, forjando alianzas sólidas y creíbles para llevar al PNDS-Tarayya a la victoria en 2021.