AFRICOM se esfuerza por mantener las operaciones de inteligencia en África Occidental

AFRICOM se esfuerza por mantener las operaciones de inteligencia en África Occidental

Aja Melville
Editora y analista con experiencia en inteligencia de código abierto (OSINT) y gestión de bases de datos
Defense and Security Monitor

Los recientes golpes militares en África Occidental han afectado gravemente a las operaciones antiterroristas y de inteligencia de Estados Unidos y Francia en la región. Níger, un aliado clave en la lucha contra el extremismo islamista, ha sido un centro estratégico para AFRICOM, albergando bases críticas de drones que apoyan las misiones ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) en todo el Sahel. A medida que se acerca la retirada de las tropas occidentales de la región, AFRICOM y sus aliados están buscando estrategias alternativas para mantener las ventajas ISR, incluyendo la exploración de nuevas capacidades de aviones no tripulados para reemplazar el MQ-9 Reaper.

Antecedentes de los golpes de Estado en África Occidental y su impacto en las operaciones ISR

En los últimos años, África Occidental ha sido testigo de una oleada de golpes militares, especialmente en Mali (2020 y 2021), Burkina Faso (2022) y Níger (2023). El derrocamiento del gobierno de Níger obligó a Estados Unidos a ceder el acceso a la Base Aérea 101 de Niamey y a la Base Aérea 201 de Agadez, bases de drones clave para las operaciones del AFRICOM. El cierre del espacio aéreo nigeriano tras el golpe obligó al AFRICOM y a Francia a explorar opciones de bases alternativas en países cercanos, como Ghana, Benín y Costa de Marfil, aunque estas negociaciones se encuentran aún en sus primeras fases.

Las fuerzas rusas han establecido rápidamente un punto de apoyo militar a varios cientos de metros de la Base Aérea 201 y los analistas predicen que China empezará a sacar provecho de la ausencia estadounidense, ampliando su presencia en el exterior más allá de su única base en Yibuti.

La necesidad del AFRICOM de nuevos drones ISR

Los sucesos de Níger han puesto de manifiesto las limitaciones de las actuales plataformas ISR del AFRICOM, especialmente el MQ-9 Reaper. El jefe de la división de capacidades estratégicas de AFRICOM señaló que el plan de Estados Unidos de retirar progresivamente el MQ-9 debido a su condición de avión heredado podría dejar prácticamente inservibles las capacidades ISR de Estados Unidos para 2026.

El MQ-9, un caballo de batalla en las operaciones de aviones no tripulados de EE.UU., ofrece una autonomía de unas 27 horas y puede transportar una carga útil de hasta 1.746 kg (3.850 libras), incluidos misiles Hellfire, bombas GBU-12 Paveway II y diversos paquetes de sensores. Sin embargo, su velocidad de crucero relativamente baja, de 370 km/h (comparada con la del RQ-4 Global Hawk, de 575 km/h), y su alcance operativo a altitud media limitan su eficacia en regiones donde los adversarios utilizan sistemas de guerra electrónica y antiaéreos. Su dependencia de bases establecidas para el lanzamiento y la recuperación lo hace menos adaptable al fluido panorama de seguridad de África Occidental, donde las opciones de reabastecimiento son cada vez más limitadas.

Por el contrario, las nuevas plataformas ISR ofrecen mejoras significativas. Por ejemplo, el MQ-9B SkyGuardian, una versión mejorada del Reaper, cuenta con una autonomía de hasta 40 horas y capacidades de sensor mejoradas, incluyendo patrulla marítima y radar de apertura sintética. El MQ-1C Gray Eagle, también utilizado por el Ejército estadounidense, ofrece una autonomía similar de unas 25 horas, pero está equipado con aviónica avanzada y configuraciones de carga útil más flexibles y mejor adaptadas a las necesidades ISR modernas.

Sin embargo, en última instancia el Pentágono pretende sustituir el dron por un sistema de larga duración capaz de permanecer varios días seguidos. Según algunos informes, se han realizado pruebas con drones de reconocimiento que han volado entre tres y ocho días seguidos, algunos de ellos alimentados por energía solar.

Implicaciones geopolíticas de las lagunas de ISR en África Occidental

Sin inteligencia y vigilancia en tiempo real, las fuerzas estadounidenses y aliadas están en desventaja a la hora de rastrear y contrarrestar a grupos extremistas como Boko Haram, ISGS (Estado Islámico en el Gran Sáhara) y AQIM (Al-Qaeda en el Magreb Islámico). Estos grupos han aprovechado la menor presencia militar occidental para ampliar sus operaciones, lanzando atentados más frecuentes y mortíferos.

Además del terrorismo interno, Rusia ha actuado con rapidez para llenar el vacío de poder. El Grupo Wagner de Rusia (rebautizado como Cuerpo África) ha desplegado tropas en Mali, Burkina Faso y ha anunciado un acuerdo de defensa con Níger. Tras el golpe de julio de 2023, la junta de Níger expulsó a 1.500 soldados franceses que apoyaban las operaciones antiterroristas de Estados Unidos. También puso fin a los programas de cooperación de la Unión Europea. Los sentimientos antioccidentales se vieron exacerbados por la alianza de Níger con Malí y Burkina Faso, que también rechazaron el apoyo occidental y se acercaron a Rusia.

La búsqueda por parte de AFRICOM de nuevas capacidades de drones ISR no es sólo una necesidad técnica, sino un imperativo estratégico. Los retos planteados por los recientes golpes de Estado en África Occidental y el cambiante panorama geopolítico exigen plataformas ISR más avanzadas, flexibles y resistentes. A medida que el AFRICOM se adapte a estas nuevas realidades, el despliegue satisfactorio de drones de nueva generación será crucial para mantener la capacidad de Estados Unidos de vigilar y contrarrestar el panorama.