Maliki D
Tras entrar el martes en la ciudad de Kidal, miembros del Grupo de Autodefensa Tuareg Imghad y Aliados (GATIA) y de la Coordinación de Movimientos del Azawad iniciaron ayer conversaciones sobre la gestión de la ciudad. A las conversaciones no asistió ningún funcionario maliense.
Un portavoz del GATIA, contactado por Sahelien.com, declaró que habían instalado su cuartel general frente al campamento I de Kidal. Añadió que todo se desarrollaba con normalidad y que se trataba de la continuación del proceso de Anéfis.
«Si el GATIA está en Kidal, es porque todas las partes han querido y aceptado que venga no sólo como GATIA, sino como Plataforma para participar en la gestión de la ciudad de Kidal», declaró a Sahelien.com Mohamed Ould Mahmoud, miembro del buró político de la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA).
Y prosiguió: «Hay algunas personas malsanas y alarmistas que no desean ningún acercamiento y que piensan que la GATIA regresa triunfante. No hubo disparos. Aprovecharon la buena fe y la apertura para venir a desfilar, y esto no irá más allá de un desfile».
Según Mohamed Ould Mahmoud, ya habían comenzado las conversaciones sobre la gestión de la ciudad de Kidal. «Habíamos dicho que los miembros de la Plataforma tendrían que ayudar al comité de gestión de la ciudad. Les ofrecimos tres personas para formar parte de este comité, y el aspecto de la seguridad vendrá después», declaró.
Ayer miércoles, los responsables políticos de los dos movimientos mantuvieron conversaciones sobre la gestión y la seguridad de la ciudad de Kidal. «Los responsables políticos se encuentran en Kidal para poner en marcha un mecanismo de gestión de la ciudad y del aspecto de la seguridad. A partir de ahí, se asignarán funciones y responsabilidades a las distintas partes para que puedan patrullar juntas», subrayó Mohamed Ould Mahmoud.
Las tribus del norte de Malí se reunieron en Anéfis, en la región de Kidal, a finales de septiembre y principios de octubre de 2015, para resolver sus diferencias. Entre ellas se encuentran los ifoghas, que constituyen el grueso de los grupos rebeldes, y los imghads, considerados próximos a Bamako.
Cuando Sahelien.com preguntó por qué la CMA y la Plataforma se habían reunido en aquel momento, Moussa Ag Acharatoumane, de la CMA, dijo que «los enfrentamientos son un hándicap en la aplicación del acuerdo (…) Dado que son hijos de la tierra, nos pareció necesario trabajar para que todas estas poblaciones pudieran reunirse y darse la mano».
«Nuestra motivación es que hay que acercar a las comunidades, porque la raíz del problema está entre las comunidades. También creemos que el acuerdo de Argel necesita nuestra cohesión para salir adelante», responde Algatak, de la Plateforme. Pero todas estas negociaciones tienen lugar en ausencia de las autoridades, lo que preocupa a muchos malienses.