Seguridad: ejércitos y drones para reconquistar el Sahel

Seguridad: ejércitos y drones para reconquistar el Sahel

"Con la opción militar hay riesgos, es una empresa que no podemos llevar solos", ha declarado Moussa Tchangari, secretario general de la ONG Alternative Espaces citoyens, con sede en Niamey, en una entrevista concedida a Ouestafnews.

Ouestafnews

Según este activista nigerino, la lucha contra el terrorismo requiere «muchos recursos que nuestros países no tienen, y acaban buscándolos en las grandes potencias, que en realidad tienen su propia agenda con respecto a nuestra región del Sahel».

Además de la fuerza francesa Barkhane en Malí, Estados Unidos anunció recientemente la creación de una base de lanzamiento de drones en Níger, país que libra una batalla militar contra los insurgentes de Boko Haram.

«Ellos (Estados Unidos) se aprovechan de una situación; quieren instalar esta base desde hace mucho tiempo, y ahora es un buen momento, porque estamos inmersos en una guerra que no tenemos los medios para llevar a término», señala Tchangari. Hoy en día, señala, la situación es tal que estos ejércitos extranjeros pueden obtener muy fácilmente lo que no estaba a su alcance en un pasado reciente.

Junto a Nigeria, Camerún, Chad y Benín, Níger participa en la Fuerza Multinacional Mixta (MMF), una coalición militar cuyo papel es erradicar la insurgencia de Boko Haram, que se ha cobrado la vida de miles de personas no sólo en Nigeria, sino también en los países mencionados. Para Moussa Tchangari, esta ofensiva militar no ofrece ninguna garantía de erradicación total del malvado Boko Haram.

Ya presentes en Niamey desde hace varios años, como refuerzo de la fuerza militar francesa Barkhane, los estadounidenses han recibido luz verde del presidente Mahamadou Issoufou para instalar su base de drones en Agadez (centro de Níger), que según algunos será el mayor proyecto militar de África, con un coste estimado por el Pentágono en 50 millones de dólares. La base de Niamey también se utilizará para misiones de vigilancia en Chad y Nigeria.

Debilidad de los ejércitos nacionales

Frente a la amenaza de los movimientos armados, algunos dirigentes señalan la debilidad logística de los ejércitos nacionales africanos.

«La verdad es que en la mayoría de nuestros países, nuestros ejércitos no están a la altura (…) mientras que los terroristas están bien organizados. Disponen de medios y métodos de acción que van desde los más rudimentarios a los más sofisticados para llevar a cabo su trabajo sucio», declaró el presidente senegalés Macky Sall en la inauguración del III Foro de Dakar sobre Paz y Seguridad, celebrado del 5 al 6 de diciembre de 2016.

En la misma cumbre, Hervé Ladsous, secretario general adjunto de la ONU para Operaciones de Mantenimiento de la Paz, hizo un alegato a favor del uso de drones y nuevas tecnologías que, en contra de lo que se cree, son menos costosas. «Los drones son menos caros que un avión de patrulla», afirmó en declaraciones recogidas por la agencia France Presse.

Además de la base de drones estadounidense, Francia tiene previsto desplegar drones en la República Centroafricana en 2017 para ayudar a la misión de la ONU en ese país.
Según algunos analistas, los drones son un arma eficaz en la lucha contra los movimientos terroristas, pero otros se apresuran a señalar que esta tecnología no está al alcance de los Estados africanos, y que el uso generalizado de drones en el Sahel no significa más que la implantación de potencias extranjeras.

La democracia en entredicho

Según Tchangari, la génesis de Boko Haram y movimientos similares es el resultado de un déficit de nuestras instituciones democráticas.
«Si estas instituciones funcionaran correctamente y dieran voz a todo el mundo, estos grupos armados podrían existir, pero no contarían con el apoyo de las masas», afirmó.

Según Tchangari, es necesario un amplio debate sobre lo que debe cambiar en la forma de gobernar nuestros países, y un proceso de diálogo para tratar de identificar las bases y los factores que favorecen la aparición de grupos armados. «Pero por el momento nuestros gobiernos no tienen este espíritu», lamentó.