Los países del Sahel, en una carrera contrarreloj para regenerar el desierto que se extiende por África

Los países del Sahel, en una carrera contrarreloj para regenerar el desierto que se extiende por África

Las zonas que rodean el desierto del Sahara, que hace décadas estaban cubiertas de bosques, cultivos y praderas, pueden recuperarse -en una parte significativa de aquí a 2030-, afirmaron expertos en agricultura tras conocer los resultados de un estudio detallado de la región.

Por primera vez, la zona del Sahel, que se extiende por 27 países, ha sido cartografiada con minucioso detalle, mostrando dónde y cómo se puede hacer el trabajo, y cuán grande es la tarea de crear lo que se denomina la Gran Muralla Verde de África.

Con unos 232 millones de habitantes, se extiende de costa a costa, desde Senegal en el oeste hasta Yibuti en el este, y a lo largo de las costas septentrionales de África.

En el estudio se han identificado 166 millones de hectáreas de tierra para restaurar, casi tres veces el tamaño de Kenia o Francia.

ARCHIVO – Un agricultor de Senegal camina por un terreno reseco que antes era el lecho de un río.

Para detener y revertir el impacto de décadas de sobrepastoreo y deforestación, será necesario restaurar unos 10 millones de hectáreas al año, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que ha publicado el mapa.

Batalla contra el tiempo

«Se trata de una batalla contrarreloj, porque los bosques de las tierras áridas están desapareciendo y el cambio climático está realmente ocurriendo, y más sequías e inundaciones no facilitarán el trabajo», aseguró Nora Berrahmouni, responsable forestal para las tierras áridas en la FAO.

«La gente tiene que trabajar duro y rápido para asegurarse de que la tierra se restaura y se hace más productiva, y apoya los medios de subsistencia», dijo a Reuters.

Unos 60 millones de africanos podrían verse obligados a abandonar sus hogares en un plazo de cinco años si sus tierras se convierten en desiertos, mientras que dos tercios de las tierras cultivables del continente podrían perderse en 2025 debido a la creciente desertificación, según Naciones Unidas.

Los gobiernos, investigadores y ONG de la región están dispuestos a arremangarse y hacer el trabajo, pero necesitan financiación y conocimientos técnicos, según la FAO.

Los críticos del proyecto, sin embargo, afirman que se trata de un enfoque vertical del desarrollo, dependiente de financiación y gestión externas. Y las comunidades de algunas zonas todavía no lo han aceptado.

ARCHIVO – Un agricultor ara el campo en la aldea de Saulawa, en las afueras del estado de Kaduna, en el centro-norte de Nigeria, en mayo de 2013.

La FAO ya está trabajando con las comunidades locales para tratar de revertir la degradación de la tierra en Burkina Faso, Níger, Nigeria, Gambia, Etiopía y Senegal.

Los aldeanos reciben formación sobre cómo elegir y recolectar semillas, sembrarlas y preparar la tierra.

La plantación conjunta de árboles y cultivos ayuda a la tierra a recuperar su fertilidad y la hace más resistente a la sequía.

«Combinamos técnicas tradicionales para recoger agua durante la estación lluviosa, pero también utilizamos tractores y arados mecánicos para realizar el trabajo más rápidamente y cubrir zonas más extensas», explica Berrahmouni.

La restauración consiste también en mejorar los ingresos de la comunidad procedentes de la tierra.

El cultivo de diversas plantas ayuda a las comunidades a resistir la sequía, ya que les proporciona una amplia gama de productos y servicios que pueden utilizar y vender: madera, frutas y otros alimentos, plantas medicinales y forraje para el ganado.

En Senegal, las comunidades también están fomentando la recuperación de la vida salvaje y creando reservas naturales para atraer a los turistas, explicó Berrahmouni.

El proyecto de la Gran Muralla Verde fue lanzado por la Unión Africana en 2007 para combatir la desertificación. La iniciativa planea ahora volver a estudiar la región cada dos años para hacer un seguimiento de los avances.