Los drones turcos, una valiosa herramienta en la lucha contra el terrorismo en el Sahel

Los drones turcos, una valiosa herramienta en la lucha contra el terrorismo en el Sahel

Malí y Burkina Faso han decidido cooperar con Turquía en la lucha contra el terrorismo mediante la compra de drones turcos, que demostraron su eficacia durante los conflictos de Karabaj, Azerbaiyán, Libia, Ucrania y Etiopía.

Amadou TOGOLA
MondAfrique

El impacto de estos drones no ha pasado desapercibido para las autoridades de Malí y Burkina Faso, que recientemente han observado su uso en Ucrania. Al equiparse con estos drones, ambos países esperan reforzar su capacidad de lucha contra los grupos terroristas. ¿Podría esta decisión cambiar la situación a favor de estos países? Nuestro análisis intentará responder a esta pregunta. La industria turca de defensa ha desarrollado importantes capacidades en la fabricación y uso de drones en la lucha contra el terrorismo. Los UAV ofrecen importantes ventajas tácticas como la vigilancia, el reconocimiento y la capacidad de llevar a cabo ataques precisos contra objetivos terroristas. Turquía ha desarrollado UAV de fabricación nacional, como el Bayraktar TB2, que se han utilizado ampliamente y con éxito en operaciones contra grupos terroristas.

Turquía está considerada como uno de los países más experimentados del mundo en la lucha contra el terrorismo.

Según numerosas fuentes oficiales y académicas turcas, el país ha acumulado más de 50 años de experiencia en la lucha contra grupos armados. El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), ASALA (Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia) y el Estado Islámico se consideran organizaciones terroristas en Turquía.

Turquía lleva varios años luchando contra estas organizaciones. El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) está considerado en Turquía una de las organizaciones terroristas más peligrosas del mundo. Y el Estado turco lleva 50 años luchando contra esta organización terrorista. Turquía ha adquirido aún más experiencia en la lucha contra el Estado Islámico. En 2013, las amenazas procedentes de la frontera iraquí llevaron a Turquía a reforzar su seguridad contra el terrorismo. El avance del Estado Islámico en Siria también ha obligado al Estado turco a tomar medidas para asegurar sus fronteras con Siria e Irak.

Pero esto no impedirá los atentados terroristas dirigidos contra Turquía. Los primeros atentados del Estado Islámico contra Turquía se dejaron sentir a partir de 2014 con la pérdida de varios centenares de personas. El atentado de 2015 en la estación de tren de Ankara mató a unas 100 personas. Tras la investigación, resultó ser un atentado del Estado Islámico. Sin embargo, la revolución en la industria de defensa turca y la estrategia aplicada han cambiado la situación a favor de Turquía.

La revolución en la industria de defensa turca es sinónimo de progreso en la lucha contra el terrorismo.

En los últimos años, Turquía ha logrado asegurar sus fronteras contra grupos terroristas como el PKK y el Estado Islámico en Siria e Irak. La estrategia del gobierno turco contra la amenaza terrorista ha tenido un éxito notable. La reforma del servicio de inteligencia turco es uno de los factores más importantes del éxito de la lucha contra el terrorismo. Según Murat Yesiltas, experto en geopolítica turca, Turquía ha logrado derrotar a los grupos terroristas presentes en su territorio gracias a un servicio de inteligencia muy eficaz. Según el mismo experto, una inteligencia superior y unas operaciones eficaces han debilitado a los grupos terroristas.

La revolución en la industria de defensa acompañada de un servicio de inteligencia a la altura ha permitido a las fuerzas armadas turcas ganar la partida a los terroristas en sus fronteras con Siria e Irak. En los últimos años, varios terroristas han sido neutralizados durante operaciones terrestres y aéreas llevadas a cabo por las fuerzas armadas turcas. En 2021, más de 200 terroristas se rindieron como resultado de estas operaciones.

Los servicios de inteligencia de Mali y Burkina Faso siguen siendo muy débiles e ineficaces. La colaboración con Turquía para reforzar la capacidad de los servicios de inteligencia parece necesaria en la estrategia de lucha contra el terrorismo. Las fuerzas de defensa de Mali y Burkina Faso necesitan reforzar sus servicios de inteligencia. Esto desempeñará un papel importante en la lucha contra los grupos terroristas en la región del Sahel.

Uno de los objetivos del gobierno de Erdogan ha sido siempre la independencia de la industria de defensa. En 2020, con motivo del 35º aniversario de la presidencia turca de la industria de defensa, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan elogió en su discurso el desarrollo de la industria de defensa turca, afirmando: «Hoy en día, si Turquía es capaz de llevar a cabo cómodamente operaciones antiterroristas dentro de sus fronteras y operaciones de mantenimiento de la paz fuera de ellas, a pesar de todas las dificultades impuestas por los proveedores mundiales y los embargos implícitos y explícitos que se han impuesto, es gracias a los progresos realizados por la industria de defensa durante este período», dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

En 2022, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó en uno de sus discursos que el objetivo de Turquía era ser «independiente en la industria de defensa» . El auge actual de la industria de defensa en Turquía ya demuestra que se ha avanzado en este proyecto de independencia. De Asia a África, Turquía se ha convertido en un importante exportador de armamento militar. La República del Chad es uno de los países africanos que han adquirido blindados turcos. En 2021, Kenia también habría adquirido 118 blindados turcos. Además de ser independiente en la industria de defensa, Turquía se está convirtiendo en un actor importante en la exportación de armamento militar. Los drones forman parte de la revolución de la industria de defensa turca y desempeñan un papel importante en la estrategia antiterrorista del país.

El auge de los drones turcos en la estrategia antiterrorista

Los vehículos aéreos no tripulados (UAV) se han convertido en una pieza clave de la revolución de la industria de defensa. El proyecto de drones lanzado en 2007 por Baykar y TUSAŞ (Turkish Aeronautical Industries Joint Stock Company) se ha convertido en un motor clave de la política de seguridad del Estado turco. La revolución de los drones en la estrategia antiterrorista ha cambiado completamente las tornas a favor de Turquía. Los drones se utilizan prácticamente en todas las zonas sospechosas de albergar terroristas, ya sea en la frontera con Irak o Siria, donde muchos terroristas han sido neutralizados con la ayuda de drones.

Dron turco TB2

En 2022, 74 terroristas fueron abatidos y 26 neutralizados utilizando drones en la frontera con Siria. Durante la batalla de Afrin, iniciada el 20 de enero de 2018 y bautizada como «Operación Rama de Olivo», los drones turcos también desempeñaron un papel importante en las operaciones. Durante esta operación, 1.129 terroristas fueron abatidos o neutralizados, y se dice que el papel de los drones fue crucial. Según fuentes oficiales turcas, la ciudad de Afrin ha quedado libre de terroristas. Como parte de la exitosa estrategia antiterrorista, se ha utilizado ampliamente el avión no tripulado «Bayraktar TB2». Los UAV Bayraktar TB2 también se utilizaron en la «Operación Escudo de Paz», lanzada el 27 de febrero de 2020 por el Estado turco contra grupos terroristas en la frontera con Siria. Según el Ministerio de Defensa de la República de Turquía, además del material militar incautado a los terroristas, se neutralizó a más de 3.000 miembros de diversas organizaciones terroristas.

El éxito de los drones turcos más allá de las fronteras turcas

Según la dirección de Baykar Technologies, en 2021 los drones Bayraktar TB2 se exportaron a 13 países, y en 2020 el valor de las exportaciones habría alcanzado los 360 millones de dólares. Entre los países importadores de UAV Bayraktar TB2 se encuentran países africanos como Marruecos, Libia, Túnez, Mali y Burkina Faso. En 2021, Marruecos habría adquirido 13 UAV Bayraktar TB2. Túnez habría recibido 6 UAV Bayraktar en 2020.

Según varias fuentes turcas e internacionales, se han utilizado UAV turcos para detener a las milicias del general Haftar en Libia. Durante la guerra civil libia, Turquía y Rusia apoyaban a dos bandos opuestos y, sobre el terreno, los drones Bayraktar TB2 se impusieron al sistema antiaéreo ruso Pantsir-S1, que puede montarse en un vehículo y disparar misiles contra aviones. Al menos nueve Pantsir han sido destruidos (Witt, 2022). En julio de 2019, los drones llevaron a cabo ataques contra la base aérea de Jufrah, controlada por el Ejército Nacional Libio (LNA), destruyendo varios centros de mando y control y dos aviones de transporte.

Otro conflicto estalló en el Cáucaso en 2020, cuando Azerbaiyán lanzó una ofensiva contra el enclave de etnia armenia de Nagorno-Karabaj. Durante seis semanas, los drones TB2 bombardearon sin descanso las posiciones armenias, destruyendo más de quinientos objetivos, incluidos tanques, artillería y sistemas de defensa antimisiles.

Más recientemente, durante la guerra de Ucrania, los drones TB2 de Bayraktar recibieron una gran cobertura mediática. Ucrania es ahora uno de los principales importadores mundiales de estos UAV, y a principios de 2022 ya poseía 20 de ellos. En la batalla de Dombas se utilizaron drones turcos (Witt, 2022).

Etiopía también es uno de los países africanos que importa drones turcos. En 2020, durante el conflicto de Tigray, el gobierno etíope habría utilizado drones turcos Bayraktar TB2 contra las Fuerzas de Defensa de Tigray. El uso de estos drones habría cambiado el curso de la guerra, como ocurrió en Libia, Azerbaiyán y Ucrania.

Los drones turcos bien podrían ayudar a Mali y Burkina Faso en la lucha contra los grupos terroristas

Es cierto que Mali y Burkina Faso son dos países que se enfrentan desde hace varios años a importantes retos de seguridad relacionados con la presencia de grupos terroristas en su territorio. La adquisición de drones como el Bayraktar TB2 puede ser una solución interesante para mejorar la capacidad de vigilancia e inteligencia de estos países, pero no resolverá por sí sola los problemas de seguridad. En 2022 Mali recibió drones de vigilancia y drones de combate turcos, según la Agencia Anadolu. El uso de drones había comenzado en la región. Por otra parte, en marzo de 2023 el ejército burkinés habría llevado a cabo ataques con drones neutralizando a terroristas.

Es cierto que los drones pueden utilizarse para vigilar amplias zonas del territorio y localizar a distancia a grupos terroristas, pero es importante tener en cuenta que su uso debe regularse y limitarse para evitar víctimas civiles y violaciones de los derechos humanos. En este caso, sería necesaria la colaboración con el Estado turco, que tiene una gran experiencia en la lucha contra el terrorismo.

El Sahel Amenazado

Desde hace casi una década, Malí y Burkina Faso se enfrentan a un recrudecimiento de las organizaciones terroristas. Entre ellas se encuentran AQMI, el Groupe Salafiste pour la Prédication et le Combat (GSPC) y el Groupe de Soutien à l’Islam et aux musulmans (GSIM), consideradas las organizaciones terroristas más peligrosas de la región.

En los últimos diez años, miles de personas han muerto a causa de atentados terroristas en la región del Sahel, siendo Malí y Burkina Faso los países más afectados. Burkina Faso ha registrado el mayor número de víctimas, con más de 8.000 muertos en los últimos años, según numerosas fuentes. Por desgracia, no existe una verdadera estrategia conjunta entre Malí y Burkina Faso para hacer frente al reto del terrorismo. Una de las principales carencias en la lucha contra el terrorismo es la falta de equipamiento militar y la debilidad de los ejércitos locales para contrarrestar a las organizaciones terroristas. Los atentados terroristas afectan a miles de civiles por su influencia.

En la última década, miles de escuelas han sido objetivo de grupos terroristas en Malí y Burkina Faso. Como consecuencia, miles de niños ya no pueden ir a la escuela. Para hacer frente a este desafío, se necesita una estrategia militar reforzada adaptada a la lucha contra el terrorismo, con recursos eficaces.