Chris Stein
Nigeria necesita 164 millones de dólares en fondos humanitarios para evitar miles de muertes por desnutrición en su noreste devastado por la guerra, dijo esta semana un coordinador humanitario de las Naciones Unidas.
El conflicto en curso entre el ejército nigeriano y la insurgencia de Boko Haram es el culpable de la creciente crisis de hambre en el noreste, afirman los responsables humanitarios.
La guerra, que dura ya siete años, ha interrumpido la siembra y los mercados, ha matado a más de 20.000 personas y ha obligado a huir a 2,7 millones en Nigeria y los vecinos Camerún, Chad y Níger.
«En el noreste de Nigeria hay 250.000 niños gravemente desnutridos y podríamos perder hasta 50.000 niños antes de fin de año si no aumentamos la ayuda ahora mismo», declaró a la VOA Toby Lanzer, coordinador regional de ayuda humanitaria de la ONU para el Sahel.
El coordinador para el noreste de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria, Muhammed Kanar, dijo que los campamentos del noreste establecidos para albergar a las personas desplazadas por el conflicto de Boko Haram se están llenando con nuevas llegadas.
«La situación se está desbordando, debido a la liberación [de los desplazados] de los gobiernos locales, comunidades liberadas», dijo Kanar.
Un campamento en la ciudad de Monguno pasó recientemente de 4.000 personas a 30.000, y espera que siga creciendo.
Lanzer afirmó que 4,4 millones de personas en el noreste de Nigeria sufren «inseguridad alimentaria grave», pero el país no dispone de los recursos necesarios para abordar este problema por sí solo.
La caída del precio del petróleo golpea duramente al país
El precio del petróleo, principal producto de exportación de Nigeria, ha bajado en todo el mundo, y el país se ha visto especialmente afectado por los ataques de militantes a su infraestructura petrolera, que han reducido la producción de unos dos millones de barriles diarios a cerca de 1,5 millones de barriles.
La economía se contrajo en el primer trimestre, y muchos economistas creen que la mayor economía de África está a punto de entrar en recesión. La semana pasada, el representante del FMI en el país declaró a Bloomberg News que espera que la economía nigeriana se contraiga en su conjunto este año.
Lanzer afirma que los donantes internacionales deben intervenir para poner fin a miles de muertes por desnutrición.
«La situación fiscal de Nigeria es tal que el país está al límite. Y esperar que Nigeria llegue a los niveles de ayuda necesarios puede ser una petición muy grande para la comunidad internacional», afirmó Lanzer.
En total, se necesitan 221 millones de dólares para los cuatro países afectados por los combates y la consiguiente inseguridad alimentaria.
La crisis puede empeorar. La semana pasada, la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna afirmó que la hambruna podría estar produciéndose ya en zonas del noreste de Nigeria a las que las agencias de ayuda no pueden llegar.